Probablemente no exista un personaje más polémico en el balompié europeo en los últimos años como lo es José Mourinho. Un técnico exitoso, que ha conquistado cualquier cantidad de títulos con todos los equipos dirigidos, salvo el Uniao de Leiria, con quién debutó en el 2001. De ahí en fuera, Porto, Chelsea, Inter de Milán, Real Madrid y, de nueva cuenta, el Chelsea se han bañado de gloria, de la mano del portugués.
De hecho, Mourinho es el quinto técnico en la historia en conquistar el título de Liga en al menos cuatro países diferentes, Portugal, Inglaterra, Italia y España, así como uno de los cinco técnicos en ganar la Copa de Europa con dos equipos diferentes.
Sin embargo, algo que también ha sido característico de Mourinho, es la forma en la que ha huido a las crisis que se le han presentado a lo largo de los años. Así, emigró del Chelsea en el 2007, tres años más tarde, abandonaría el Inter de Milán para enrolarse al Real Madrid, donde muchos recordaremos los penosos incidentes que protagonizó frente al Barcelona de Pep Guardiola, incluyendo el vergonzoso piquete de ojos a Tito Villanova, para años más tarde, regresar a Londres, donde conquistaría de nueva cuenta la Premier League la temporada pasada.
Empero, esta temporada se ha convertido en una verdadera pesadilla para el técnico portugués, que no sólo ha visto a su equipo ganar apenas tres partidos en las primeras nueve fechas de la Premier, sin olvidar su actuación en la Champions, donde apenas y ha podido derrotar al modesto Maccabi de Tel Aviv, antes de perder ante el Porto y empatar sin goles ante el Dynamo de Kyiv.
Desgraciadamente los resultados son el menor de los problemas para Mourinho en estos momentos, pues la escuadra con la que cuenta el Chelsea es hombre por hombre una de las más nutridas del balompié europeo, con figuras como Cesc Fabregas, Diego Costa, Pedro, Hazard, Gary Cahill, Oscar, Nemanja Matic, Terry, etcétera.
El verdadero problema de Mourinho, es que en esta temporada parece estarse peleando hasta con su propia sombra, desde el staff médico encabezado por Eva Carneiro, hasta la propia Federación Inglesa de Fútbol, quién le ha multado con 50 mil libras tras declarar que “los árbitros tienen miedo de marcar penales a favor del Chelsea”. Sin embargo, la confrontación más delicada que ha abierto Mourinho en las últimas semanas ha sido con sus propios jugadores, señalando primero a John Terry, posteriormente a Gary Cahill, Cesc Fabregas, hasta llegar más recientemente con Matic y Eden Hazard.
Ciertamente, sus jugadores han experimentado una grave baja en su nivel de juego en este inicio de temporada, sin embargo, la confrontación directa con Mourinho lejos de motivarles, parece estar rompiendo el vestidor ‘blues’, por lo que será interesante ver la reacción del portugués en las próximas semanas, pues él mejor que nadie, sabe que dificilmente un equipo grande le volverá a abrir las puertas en caso de repetir otra abrupta salida del Chelsea. Aquí, Abramovich parece respaldarle, pero será de nueva cuenta el técnico quién decida la forma de encarar esta crisis: O acepta su responsabilidad en este fiasco y termina la temporada de la mejor forma, con la intención de continuar su legado en Londres, o terminará por pelearse con el resto del mundo. La temporada es joven y aún hay tiempo para que Chelsea recupere terreno. La duda es ¿podrá Mourinho, mantener la calma esta vez?
