Mou ha sido despedido del Chelsea... otra vez

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Opiniones, análisis y puntos de vista de los principales columnistas deportivos de RÉCORD. Entérate de lo que piensan los expertos del futbol mexicano y más.

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Y sí, a estas alturas algo me hace pensar que existe una maldición sobre el técnico portugués, pues desde su debut con el Porto en el 2002 ¡nunca ha durado más de tres temporadas con un mismo equipo!

Con el Porto estuvo la temporada 2002-2003, 2003-2004 y cuando se perfilaba para su tercer temporada, llegó Roman Abramovich, para iniciar así su primera etapa con el Chelsea, donde lograría el bicampeonato de la Premier en las temporadas 2004-2005 y 2005-2006, quedando segundo en la 2006-2007 y preparando todo para ser despedido tras los primeros ocho partidos de la 2007-2008. Tras unos meses de descanso, Mou llegaría al Inter de Milán donde ganaría dos scudettos y la Champions League en el 2010 en sus primeras dos temporadas; para la tercera, se había ido al Real Madrid, donde conquistaría una Copa del Rey y una Liga, además de llevar la rivalidad frente al Barcelona a un nivel máximo. Pero no sólo se peleó con Guardiola o Vilanova, no, Mourinho se peleó en su tercera temporada con sus propios jugadores, como Casillas, Ramos, Özil y hasta Cristiano Ronaldo, quién decía sentirse “triste”  ¿se acuerdan?   Tras tres temporadas en Madrid, Mourinho regresaría al Chelsea, donde el ‘Special One’ haría vibrar Stamford Bridge durante sus primeras dos temporadas, pero ésta, su tercera, terminó por convertirse en una pesadilla para los Blues.   

Y no, no sólo es el hecho de que este Chelsea ha firmado el peor inicio de temporada para un Campeón en la Premier League. Tampoco pasa por los cuatro triunfos y nueve derrotas en los primeros 16 encuentros de la temporada. De hecho sería ridículo pensar que Mou perdió su magia de la noche a la mañana, aunque la significativa baja en el nivel de juego de figuras como Cesc Fábregas, Diego Costa, Gary Cahill o Nemanja Matic podría indicarnos lo contrario.  No, el verdadero problema de José Mourinho es precisamente José Mourinho.    

Por supuesto que parte de su éxito se debe a su fuerte personalidad, llena de soberbia y repleta de confrontaciones, lo cuál, en muchas ocasiones servía como un aliciente especial para sus jugadores.  El problema es cuando el líder de cualquier equipo comienza a desconfiar, señalar y acusar públicamente a sus propios jugadores por los malos resultados.

Esta temporada no sólo ha exhibido el pobre nivel futbolístico del Chelsea, sino también los graves problemas que se viven en la cúpula del club, donde Mourinho, parecía tener la etiqueta de ‘intocable’, tolerando situaciones vergonzosas para cualquier institución, como fue el despido de la doctora Eva Carneiro.  Después, el maltrato a figuras como Petr Cech o John Terry, cerrando con el drama de sentirse “defraudado por sus propios jugadores” quienes no le obedecieron tras la derrota frente al Leicester City.  

Queda claro que Mourinho puede ser un genio y toda una figura y habrá que reconocer que no muchos equipos en el mundo se tocarían el corazón para despedir a un técnico que les ha dado tanto, como es el caso del Chelsea; sin embargo, el futuro de Mou luce por ahora lejano de cualquier equipo, y es que ¿qué otro reto interesante podría asumir más allá del atractivo que pudiera representar el PSG?

Si me preguntan, el futuro de Mourinho está en la selección portuguesa después de la próxima Euro. Y lo que es un hecho es que ésta parece ser la pieza que puede desembocar en un gran efecto dominó en el mercado de técnicos para el próximo verano.