Correr para bajar de peso y viceversa

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Opiniones, análisis y puntos de vista de los principales columnistas deportivos de RÉCORD. Entérate de lo que piensan los expertos del futbol mexicano y más.

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Una de las razones por las que los mexicanos empiezan a correr es para bajar de peso.

Sabemos que a veces nos pasamos de tamales y también que correr requiere de un importante esfuerzo y que es una buena forma de quemar calorías.

Así que pareciera la fórmula indicada para resarcir los daños de llevar una alimentación poco balanceada. Digo ‘pareciera’ porque, si bien correr es un excelente ejercicio cardiovascular, no necesariamente es la solución mágica para bajar de peso.

De hecho, si no se hace de forma correcta, y con la dieta adecuada, puede no ser suficiente. Incluso, le tengo una mala noticia: se puede subir de peso a pesar de correr. Lo digo por experiencia.

Uno de los errores de usar el entrenamiento de carrera como herramienta para reducir tallas, es ignorar la calidad y cantidad de alimento.

El gasto calórico al correr depende de la estatura, peso y edad del corredor, así como la cantidad de tiempo que dedique a correr y la velocidad a la que lo haga.

Por si fuera poco, el cuerpo tiene diferentes fuentes de combustible que usa durante la carrera: los carbohidratos, las grasas y en última instancia la masa muscular.

Optimizar la forma en que nuestro cuerpo usa la grasa como combustible es fundamental para lograr que correr sea una buena forma de bajar de peso.

Además, viene el asunto del ‘huevo y la gallina’: lo ideal es no tener sobrepeso si se quiere correr. Y claro, correr puede ayudarnos a adelgazar. Contradicción infinita.

La recomendación es no correr si el exceso de peso llega a grados de obesidad severa. Para determinar este factor se calcula el índice de masa corporal en el cual se divide el peso en kilogramos por la altura en metros al cuadrado.

De acuerdo al gastroenterólogo Gualberto Mateos, se considera que una persona tiene obesidad cuando tiene un IMC de entre 30 y 35 por ciento y es hasta este límite que se considera correr como opción para bajar de peso.

Si el IMC es superior al 35 por ciento, lo ideal es practicar otro tipo de ejercicio como nadar o practicar bicicleta. Además, una persona con sobrepeso u obesidad tiene una altísima probabilidad de presentar indicadores de colesterol y triglicéridos en sangre, lo que incrementa el riesgo de bloqueos en arterias.

¿Cómo correr para bajar de peso?

La clave para que correr sea una herramienta para bajar de peso es no hacer siempre lo mismo. Al hacer algún ejercicio de manera repetitiva, se vuelve más sencillo, porque el cuerpo se adapta. Eso pasa al correr, al paso del tiempo, se requiere menos esfuerzo y el metabolismo quema menos calorías.

Correr media hora a un ritmo moderado tres veces por semana puede ser un buen detonador de quema calórica, pero sólo por un tiempo limitado, después es necesario retar al metabolismo.  

Para darle un giro al entrenamiento es hacer intervalos de velocidad, incorporar entrenamiento de pesas, hacer rutinas más intensas, pero no más largas e incorporar otros ejercicios. Y lo más importante, quitarnos de la mente el mantra ‘ya corrí, merezco comer…’.  

Correr 10 kilómetros no nos da permiso de excedernos en calorías, al contrario. Correr es bueno para la salud, pero correr con sobrepeso puede ser peligroso, corramos por salud, cuidando también lo que comemos.