Carlos Acevedo: el entorno no define al jugador

María del Mar Salinas

Con más de 20 años de experiencia en comunicación estratégica, actualmente se desempeña como coach ejecutivo y de vida, abordando cada situación con empatía y desde diferentes perspectivas.

Carlos Acevedo: el entorno no define al jugador
Carlos Acevedo: el entorno no define al jugador | RÉCORD

María del Mar Salinas

Con más de 20 años de experiencia en comunicación estratégica, actualmente se desempeña como coach ejecutivo y de vida, abordando cada situación con empatía y desde diferentes perspectivas.

Mientras que el portero es convocado a partidos de fecha FIFA por su buen desempeño, siendo el segundo mejor atajador del torneo de Apertura 20205, el Santos Laguna no logra salir de la crisis. Cinco torneos consecutivos de un juego errático sin resultados lo confirman. Siendo el Clausura 2025 el peor de su historia, donde apenas sumó 7 puntos con apenas 2 victorias, un empate y catorce derrotas.

No es una mala racha, es una crisis que no parece tener fin.

Y, sin embargo, Acevedo siempre ha sido constante en su buen rendimiento, en un entorno que podría haberlo hundido ¿Qué se necesita para que un ambiente poco favorable no nos arrastre y por el contrario sigamos teniendo resultados?

Desde pequeño Acevedo se veía como futbolista profesional, a los 10 años comenzó en las fuerzas básicas del Santos Laguna, sin embargo, su baja estatura en la adolescencia no le permitió continuar en el equipo y lo sacaron. Tras un accidente de autobús donde los dos porteros de la Sub-17 quedaron lesionados lo volvieron a llamar y llegó para quedarse.

Oswaldo Sánchez fue clave en la formación de Carlos Acevedo, más allá de la parte técnica le dijo que nunca olvidara divertirse, disfrutar el juego. Carlos no olvida esas palabras y sabe que la diversión no está peleada con la responsabilidad, pero no deja de ser un juego, hay que divertirse y hacer las cosas bien, cómo el mismo ha declarado. Esa mezcla de disciplina y gozo lo acompaña hasta hoy.

Otra cualidad que tiene Acevedo la vio en uno de sus ídolos: Guillermo Ochoa con quien le gustaba platicar siempre admiró la sencillez y calidad humana del guardameta.

En los últimos años el reto ha sido seguir disfrutando a pesar de los resultados, seguir demostrando con todo y las críticas y la presión externa, no permitir que se erosione la confianza en uno mismo, cuando todo parece derrumbarse. El secreto no está en los reflejos está en su mente.

El guardameta tiene una fortaleza mental que le permite automotivarse y mantenerse profesional, acepta las consecuencias y reconoce los errores que hay dentro de equipo. Juega su rol de capitán dando la cara y asumiendo el liderazgo. Esa madurez emocional le permite sostener un nivel en medio de un entorno desfavorable que podría quebrar a cualquiera.

La verdadera fortaleza mental nada tiene que ver con el contexto se obtiene de reconocer los logros dentro y fuera de la cancha, en lo individual y en lo colectivo, dejar a un lado el orgullo y la actitud egocentrista y aceptar las críticas, es la capacidad para conocernos, regularnos y seguir adelante.

La historia de Carlos Acevedo nos enseña la importancia de conocerse a uno mismo, entender qué nos afecta y cómo reaccionamos para saber enfrentar situaciones difíciles, o en este caso, crisis duraderas.

Nos recuerda que el valor propio no los define la tabla de posiciones no lo resultados, nacide de un diálogo interno, sobretodo cuando las cosas no salen como esperábamos o hubiéramos deseado.