El papel higiénico está siendo reemplazado poco a poco por opciones más modernas y ecológicas: bidés, inodoros con chorro de agua y sistemas de limpieza vía agua. Esta tendencia, común en Japón y Europa, empieza a llegar también a otros países, motivada por la búsqueda de un baño más limpio, eficiente y sostenible.

Agua vs. papel: ¿qué conviene más?
Limpieza más eficaz y cuidado personal
Los sistemas de limpieza con agua permiten una higiene mucho más completa que el papel, que muchas veces deja residuos. Agua + chorro = limpieza más profunda.
Esto resulta especialmente útil para personas con piel sensible o con problemas que se agravan al frotar con papel.

Beneficios ambientales y de recursos
Producir papel higiénico implica talar árboles, usar agua y energía.
En cambio, los dispositivos con agua consumen muy poca agua por uso (mucho menos de lo que se gasta en fabricar un rollo promedio).
Además, se genera menos basura y disminuye el desperdicio de papel.
Ahorro y comodidad en el largo plazo
Aunque instalar un bidé o un asiento con chorro de agua implica una inversión inicial, con el tiempo puede representar un ahorro importante al reducir o eliminar el gasto en papel.
Muchos usuarios lo describen como “más limpio” y “más cómodo” que el uso tradicional de papel.

¿Por qué no todos ya lo usan?
No obstante, la transición no es inmediata ni uniforme. Algunas de las barreras:
El precio de los inodoros con chorro o bidés puede ser alto comparado con un rollo de papel.
Se necesita cierta instalación, a veces con electricidad o adaptaciones.
Muchas personas siguen acostumbradas al papel, por costumbre o porque lo conocen como la forma “normal” de higiene.





