En Grecia, una mujer pidió el divorcio luego de que ChatGPT interpretara los posos del café de su esposo, sugiriendo una posible infidelidad. Aunque comenzó como una broma, la situación impactó negativamente su relación.
Una mujer, influenciada por una tendencia viral, pidió al chatbot de OpenAI que "leyera" la taza de café de su esposo. La IA sorprendió a ambos al interpretar que el hombre estaba pensando intensamente en una joven con la inicial "E" y que su deseo de tener una relación con ella pronto se cumpliría.

El esposo, al narrar lo ocurrido, explicó:
“Consideré innecesario explicar que eran tonterías sin fundamento y simplemente me reí.”
La esposa reaccionó de manera opuesta, creyendo en la revelación tecnológica y optando por iniciar acciones legales para divorciarse.
La pareja, que tiene dos hijos, ya había enfrentado problemas de confianza en su relación, incluyendo un episodio en el que la esposa consultó a un astrólogo y tardó un año en aceptar que sus predicciones no se cumplieron.
El hombre detalló:
“Me pidió que abandonara nuestra casa mientras les informaba a nuestros hijos que nos íbamos a divorciar.”
Poco tiempo después, recibió formalmente la demanda de divorcio.
El caso ha suscitado un debate sobre cómo la inteligencia artificial afecta decisiones personales.





