En diversos estados de Estados Unidos, desde Nueva York hasta Wisconsin, los habitantes se han sorprendido al encontrarse con ciervos portando grandes tumores en su piel. Las fotografías se han viralizado, generando preocupación y hasta teorías descabelladas en redes sociales porque nunca falta el que dice “se vienen los zombies”.
Los especialistas, sin embargo, tienen una explicación científica: se trata del fibroma cutáneo del ciervo, también conocido como “verrugas de venado”, causado por un papillomavirus exclusivo de estos animales. Es impactante a la vista, pero no representa un riesgo para los humanos.

Los tumores, que pueden variar desde pequeños bultos hasta masas del tamaño de una pelota de golf, suelen aparecer en la cara, cuello y patas delanteras. Aunque en casos extremos pueden interferir con la alimentación o la visión del animal, en la mayoría de las ocasiones los ciervos sobreviven sin mayores complicaciones.
El contagio parece estar relacionado con el contacto con vegetación contaminada o la transmisión a través de insectos como mosquitos y garrapatas, que proliferan durante los meses de calor.

Pese a la alarma que provocan las imágenes, los expertos subrayan que la carne de estos ciervos puede consumirse siempre y cuando no existan infecciones secundarias y el animal esté en buen estado general. No obstante, recomiendan a cazadores y consumidores ser prudentes y revisar a detalle cada pieza.
Aunque el fenómeno no es nuevo hay registros de casos desde la década de 1950 lo que ha cambiado es la viralidad. Hoy, con las redes sociales, las fotos de ciervos desfigurados circulan de inmediato y generan titulares que, muchas veces, agrandan más el susto que la realidad.





