París amaneció con una escena que parecía sacada de Misión Imposible: ladrones altamente organizados irrumpieron en el Museo del Louvre, el más visitado del mundo, y robaron joyas de la Corona francesa en solo siete minutos. El atraco ocurrió el domingo 19 de octubre, alrededor de las 9:30 a.m., justo cuando el museo abría sus puertas al público.

Mientras los turistas ya recorrían algunas salas, un comando ingresó al recinto usando una plataforma elevadora, forzó una ventana, rompió vitrinas con una cortadora de disco y escapó en motocicletas. El botín: nueve piezas de la colección de joyas de Napoleón y de la emperatriz Eugenia, según medios franceses como Le Parisien y AFP.
“Claramente un equipo que había hecho reconocimiento previo”
Las autoridades francesas consideran el caso como un “robo importante” y ya se desplegaron unidades especiales para rastrear a los responsables.
Por su parte, la ministra de Cultura, Rachida Dati, confirmó la gravedad del golpe en su cuenta de X: “A primera hora de la mañana se produjo un robo en la apertura del Museo del Louvre”. Además, detalló que el museo se cerró por “razones excepcionales” y se evacuó por completo a los visitantes que ya se encontraban dentro.

Galería de Apolo, el blanco de los ladrones
El golpe fue dirigido con precisión quirúrgica a la Galerie d’Apollon, ubicada en el ala Denon, una sala con vitrinas que resguardan parte de las joyas de la Corona francesa, justo bajo un techo pintado por el artista de la corte de Luis XIV. La policía informó que una de las joyas —la corona de la emperatriz Eugenia— fue hallada rota fuera del museo.
Los ladrones accedieron a esa sala desde una fachada en remodelación que da al río Sena, usaron una canasta elevadora para llegar directo a una ventana, y en minutos perpetraron el robo sin disparar una sola bala. Las cámaras de seguridad ya están siendo analizadas para dar con su paradero.
Un museo con antecedentes... y vulnerabilidades
El Museo del Louvre ha sido objeto de múltiples asaltos a lo largo de su historia. El más recordado ocurrió en 1911, cuando un extrabajador robó la Mona Lisa y logró sacarla del recinto escondida bajo su abrigo. La pintura fue recuperada dos años después en Florencia, lo que catapultó su fama mundial.
Aunque la “Gioconda” está protegida por vidrio antibalas, otros sectores del museo han mostrado vulnerabilidades. En junio pasado, hubo una huelga del personal por hacinamiento y falta de personal, lo que ahora pone bajo la lupa los niveles de seguridad y la presión del turismo masivo.

Joyas de valor “inestimable” y una Europa bajo amenaza
Las autoridades señalaron que las piezas robadas tienen un valor histórico incalculable. El robo también recuerda otros grandes golpes a museos europeos: en 2019, el atraco a la Bóveda Verde de Dresde; en 2017, el robo de una moneda de oro de 100 kilos en Berlín; y en 2010, la sustracción de cinco obras del Museo de Arte Moderno de París, incluido un Picasso.
El presidente Emmanuel Macron había prometido en enero una inversión de 700 millones de euros para modernizar el museo y dar a la Mona Lisa su propia sala.

El Louvre, de símbolo cultural a blanco criminal
Con más de 33 mil obras en su acervo, el Louvre atrae a millones de personas al año y es un ícono de la cultura europea. Por ahora, la investigación sigue abierta, el museo ya reabrió sus puertas y se reforzaron las medidas de seguridad.




