Dina Boluarte, quien asumió el poder el 7 de diciembre de 2022 tras la destitución de Pedro Castillo, enfrentó múltiples cuestionamientos desde el inicio de su mandato. La presidenta fue citada al Congreso con menos de una hora de anticipación y rechazó presentarse alegando violaciones al debido proceso.
Las mociones aprobadas que llevaron a su salida incluían acusaciones de enriquecimiento ilícito por el uso de relojes de lujo Rolex y la responsabilidad por la represión violenta durante las protestas de 2022 y 2023, que dejaron al menos 50 civiles muertos, según organismos internacionales.
“Ha crecido la extorsión, la criminalidad, pero ella sigue viviendo en una fantasía. Merece ser vacada esta señora presidenta”, expresó la legisladora Norma Yarrow.

De la crisis al reemplazo cuestionado
El nuevo presidente interino, José Jerí, tampoco está libre de polémicas. En su historial figuran denuncias por soborno y agresión sexual, de las que fue exonerado por falta de pruebas. Sin embargo, él mismo afirmó tras asumir:
“Encabezo un gobierno de transición, de empatía y reconciliación nacional”, dijo.
La tensión se desbordó cuando un ataque armado contra la banda de cumbia Agua Marina dejó cinco heridos, y se convirtió en el catalizador para acelerar el proceso de vacancia. El episodio se sumó al clamor popular por mayor seguridad ante el aumento de la criminalidad.

Protestas y traiciones
Boluarte, quien había prometido renunciar si Castillo era destituido, no cumplió su palabra, lo que fue visto como una traición. Desde el inicio de su gobierno enfrentó más de 500 protestas, particularmente en las regiones andinas del sur, donde se registraron la mayoría de los fallecimientos por represión policial.
“Cuando se apruebe dicha vacancia, también con 104 votos o más, se producirá un vacío de poder… y se debe restituir mi mandato”, escribió Pedro Castillo en su cuenta de X.
La inestabilidad política en Perú ya es histórica: desde 2016, el país ha tenido seis presidentes, tres de los cuales han enfrentado prisión por corrupción o abuso de poder.





