El Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) de la Ciudad de México arrancó hace unos días con la entrega de desayunos escolares en escuelas públicas de nivel preescolar, primaria y de educación especial, correspondientes al ciclo escolar 2025-2026. A diferencia de años anteriores, en esta ocasión el reparto inició en la segunda semana del calendario lectivo, lo que representa un adelanto respecto a la entrega habitual que se hacía hasta la cuarta semana.

Pero la gran novedad es que, por primera vez, se incorporará verdura deshidratada una vez a la semana dentro de la modalidad fría del Programa de Alimentos Escolares (PAE), con el objetivo de mejorar el aporte nutricional de los alimentos entregados a las y los estudiantes capitalinos.
Actualmente, mil 140 planteles solicitaron su incorporación al programa, lo que se traduce en 171 mil 564 alumnos beneficiados, quienes recibirán raciones compuestas por cereal, leche y fruta durante cuatro días, y un día a la semana se sumará la verdura deshidratada. La meta, sin embargo, es ambiciosa: alcanzar a 495 mil estudiantes de mil 900 escuelas públicas en la capital.

¿Qué es el Programa de Alimentos Escolares y quién puede acceder?
El PAE busca garantizar el derecho a la alimentación de niñas, niños y adolescentes en condiciones de vulnerabilidad, priorizando a quienes habitan en zonas de alta marginación. Se trata de alimentos diseñados bajo criterios de calidad nutricia, acompañados de acciones de orientación alimentaria.
Para acceder, las madres, padres o tutores deben solicitar el ingreso al plantel, participar en la operación del programa durante el ciclo escolar, firmar una hoja compromiso y garantizar una cuota de recuperación diaria. Por su parte, las escuelas deben estar adscritas al sistema educativo nacional, contar con Clave de Centro de Trabajo (CCT), un espacio adecuado para almacenar los insumos, y acceso a internet para los trámites administrativos.

La apuesta: mejor nutrición, mayor cobertura
El Gobierno de la Ciudad de México reiteró que este esfuerzo forma parte de una estrategia integral para reducir la desnutrición, el sobrepeso y la obesidad infantil, problemáticas que siguen presentes en la capital. Aunque el 86% de los planteles inscritos ofrece la modalidad fría, también se contempla el modelo de alimento caliente en el 14% restante.
La incorporación de verdura deshidratada representa un paso más en la búsqueda por brindar raciones escolares más completas, prácticas y con mayor valor nutritivo para miles de niñas y niños.




