La paloma bautizada “Esperancita” murió luego de varios días de luchar por sobrevivir tras la explosión de una pipa de gas en Iztapalapa, Ciudad de México. La pequeña ave se había convertido en símbolo de esperanza después de ser rescatada herida entre los escombros y ser rescatada.

El accidente ocurrió en las inmediaciones del Puente de la Concordia, donde resultaron afectadas viviendas, personas y animales. Fue ahí donde Luis Martín Amarillas, rescatista y amante de los animales, encontró a la paloma con quemaduras y lesiones.
Cuidados y recuperación
“Esperancita” recibió atención inmediata: agua, alimento y resguardo. En los días posteriores mostró pequeñas señales de mejoría; abrió los ojos, comenzó a comer por sí misma e incluso intentó extender sus alas como si quisiera emprender el vuelo.
Su cuidador había programado llevarla a un hospital especializado en aves para brindarle tratamiento más completo. Sin embargo, el daño ocasionado por la explosión fue demasiado severo.

El desenlace
Pese a los esfuerzos, la paloma falleció. Su rescatista compartió que hasta el último momento parecía luchar, lo que dio pie a bautizarla como “Esperancita”. La noticia generó conmoción entre vecinos y usuarios de redes sociales que seguían su historia.
Una tragedia que no distingue especies
El caso de “Esperancita” se suma al de otros animales que resultaron afectados en la explosión, como la perrita “Cereza”. La historia de la paloma se convirtió en un recordatorio de que las emergencias urbanas impactan no sólo a las personas, sino también a los seres vivos que habitan el entorno.




