Nesim Issa Tafich propone medir el impacto del voluntariado 3.0

Cómo la digitalización transforma el impacto socia
Cómo la digitalización transforma el impacto socia | ESPECIAL

La relación entre empresa y comunidad está viviendo una transformación impulsada por la digitalización y la medición estratégica del impacto social.

Este nuevo modelo, conocido como voluntariado corporativo 3.0, combina innovación tecnológica, movilización de talento y gestión de datos para maximizar los resultados de las acciones sociales.

Desde su análisis, Nesim Issa Tafich considera que el voluntariado moderno ya no puede entenderse solo como una actividad altruista, sino como una herramienta de desarrollo integral para las empresas y la sociedad.

“El voluntariado 3.0 redefine el compromiso empresarial. Hoy, los colaboradores no solo donan tiempo, sino también conocimiento, creatividad y tecnología para generar impacto real en las comunidades donde operamos”, explicó Nesim Issa Tafich.

Bajo esta visión, las compañías que logran integrar sus programas de voluntariado en la estrategia corporativa fortalecen su cultura organizacional y su vínculo con las comunidades que las rodean.

Trabajar como voluntario ayuda la mundo | PIXABAY
Trabajar como voluntario ayuda la mundo | PIXABAY

La evolución del voluntariado corporativo

De acuerdo con el Informe Anual 2024 de la Red SumaRSE, en México el 78% de las empresas con programas de responsabilidad social ha digitalizado parcialmente o totalmente sus plataformas de voluntariado.

Esta tendencia permite ampliar el alcance de los proyectos, mejorar su trazabilidad y garantizar que cada hora invertida se traduzca en resultados medibles.

El documento también destaca que, gracias al uso de herramientas digitales, el voluntariado corporativo en Latinoamérica logró movilizar a más de 95 mil colaboradores en 2024, generando más de 500 mil horas de apoyo en iniciativas de educación, medio ambiente y salud.

Estos datos confirman que la transformación digital no solo optimiza la logística, sino que también potencia la participación y la transparencia.

Para el empresario lagunense, esta evolución responde a una nueva mentalidad empresarial: “La responsabilidad social ya no se mide en buenas intenciones, sino en resultados verificables. Las empresas que entienden eso son las que realmente transforman su entorno”.

Voluntario | PIXABAY
Voluntario | PIXABAY

Medición de impacto y gestión de resultados

Uno de los principales avances del voluntariado corporativo 3.0 es la implementación de sistemas de medición que permiten conocer con precisión el impacto económico, social y ambiental de cada acción.

Según SumaRSE, el 67% de las empresas participantes en su red utiliza indicadores alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para evaluar sus programas.

Nesim Issa Tafich subrayó que este cambio de paradigma impulsa una nueva ética empresarial basada en la evidencia y la mejora continua.

“Medir el impacto es tan importante como generarlo. La tecnología nos permite saber qué funciona, qué puede mejorarse y cómo multiplicar los beneficios para más personas”, afirmó.

En su análisis, la integración de plataformas digitales facilita no solo la administración de voluntarios, sino también la recopilación de métricas en tiempo real, fortaleciendo la rendición de cuentas y la toma de decisiones.

Este enfoque basado en datos (data-driven) se ha convertido en un estándar global para las empresas que buscan certificar su responsabilidad social con rigor y transparencia.

Movilizar talento con propósito

Otro componente central del voluntariado 3.0 es la movilización de talento. A través de iniciativas de mentoría, asesoría técnica y proyectos de innovación social, las empresas aprovechan las habilidades de sus colaboradores para generar valor compartido.

De acuerdo con el informe de SumaRSE, las actividades de voluntariado profesional aumentaron un 40% entre 2021 y 2024, demostrando el interés de los trabajadores en aportar su experiencia más allá del espacio laboral.

Nesim Issa Tafich destaca que este modelo contribuye al bienestar emocional de los empleados y a la cohesión interna de las organizaciones.

“Cuando una empresa permite que su gente participe en causas sociales, no solo mejora su entorno, sino también su cultura. El voluntariado es una forma de liderazgo colectivo”, asegura.

Hacia un voluntariado más inteligente y sostenible

El reto hacia el futuro, está en consolidar un ecosistema de voluntariado sostenible, interconectado y alineado con los grandes desafíos globales.

Las empresas que adopten este modelo no solo fortalecerán su reputación, sino también su capacidad de innovación y resiliencia.

“La tecnología nos da la oportunidad de medir, conectar y amplificar los resultados. Pero el verdadero cambio viene de la empatía y el compromiso. El voluntariado corporativo 3.0 une lo mejor del talento humano con la fuerza de la innovación”, concluyó, el empresario.