Guillermo Almada debutó como entrenador del Real Oviedo con empate frente al Celta de Vigo

Oviedo debutó con empate en la era de Guillermo Almada
Oviedo debutó con empate en la era de Guillermo Almada | @RealOviedo

El Real Oviedo y el Celta de Vigo firmaron un empate sin goles en el estadio Carlos Tartiere, en un encuentro que marcó el debut del uruguayo Guillermo Almada como director técnico del conjunto asturiano. El estreno del nuevo estratega dejó sensaciones encontradas, con un equipo local que mostró mayor ímpetu en el complemento, pero que volvió a carecer de contundencia frente al arco rival.

Durante la primera mitad, el desarrollo fue equilibrado y con pocas ocasiones claras, reflejo de la cautela con la que ambos equipos afrontaron el compromiso. Oviedo y Celta se repartieron la posesión y priorizaron el orden defensivo, lo que derivó en un ritmo trabado y escasas aproximaciones de peligro en las áreas.

Tras el descanso, el Real Oviedo elevó su intensidad y comenzó a inclinar la cancha a su favor. Los asturianos presionaron más arriba, generaron mayor volumen ofensivo y obligaron al Celta a replegarse, aunque sin encontrar el camino para romper el cero en el marcador.

La figura del segundo tiempo fue el guardameta rumano Ionut Radu, quien respondió con seguridad cada vez que fue exigido. Sus intervenciones evitaron que el dominio territorial del Oviedo se tradujera en goles y sostuvieron el punto para un Celta que sufrió más de lo previsto en el Carlos Tartiere.

El empate dejó un sabor amargo en el conjunto local, que cerró el año en zona de descenso. El equipo asturiano encadenó su cuarto partido consecutivo como local con marcador de 0-0, una racha que evidencia las dificultades ofensivas que arrastra desde hace semanas.

Con este resultado, el Real Oviedo alcanzó los 11 puntos y prolongó su sequía de triunfos a casi tres meses. La falta de victorias ha profundizado su delicada situación en la tabla, donde ocupa la penúltima posición de la Primera División y ve cómo se reduce el margen de error de cara al inicio del próximo año.

El contexto extradeportivo tampoco es favorable para el club, que atraviesa un auténtico terremoto social a raíz de las recientes decisiones del Grupo Pachuca. Este clima de incertidumbre acompaña a un equipo que busca reencontrarse con la estabilidad tanto dentro como fuera del campo.

Para el Celta de Vigo, en cambio, el empate tuvo un matiz distinto. Aunque se quedó a las puertas de meterse en puestos europeos, el conjunto gallego sumó un punto valioso como visitante y cerró el año con aspiraciones intactas, consciente de que deberá mejorar su regularidad para dar el salto definitivo en la clasificación.

Parte del contenido de este artículo fue elaborado con asistencia de herramientas de Inteligencia Artificial y revisado por un editor de RÉCORD.