Los tiempos están cambiando hasta para los refrescos. La Industria Mexicana de Coca-Cola llegó a un acuerdo con el Gobierno de México para reducir 30% el contenido calórico en sus bebidas, esto como respuesta al incremento del IEPS (Impuesto Especial sobre Producción y Servicios) que viene más fuerte que nunca.
“Se hará un esfuerzo para que los refrescos contengan una menor cantidad de calorías por litro en 30 por ciento, buscando que en un año, 70 por ciento del volumen ya se encuentre en ese supuesto”, dijo Roberto Campa Cifrián, director de Asuntos Corporativos de FEMSA, en conferencia desde la Cámara de Diputados.

¿Menos calorías, mejores precios?
Coca-Cola también anunció que se pondrán las pilas para empujar el consumo de sus versiones sin azúcar. “Nos comprometemos a trabajar con nuestros distribuidores, canales comerciales y con las autoridades para que la diferenciación de cuotas entre bebidas con calorías y sin calorías beneficie al consumidor”, explicó Campa.
El objetivo, según ellos, es que las versiones light, zero y similares tengan un precio menor que sus versiones “con todo el sabor (y todo el azúcar)”.

Desde Palacio Nacional, la presidenta Claudia Sheinbaum confirmó que el acuerdo ya está cocinándose: “Los refresqueros proponen un plan para avanzar en la reducción de azúcar en las bebidas en el corto plazo. Van a hacer algunos planteamientos de un acuerdo que es para beneficio de la salud de mexicanos”.
¿Y por qué todo esto?
Porque a partir de enero de 2026, el nuevo IEPS hará temblar las etiquetas: el impuesto pasará de 1.6451 pesos a 3.0818 por litro, un aumento del 87% para bebidas azucaradas… y por si fuera poco, ahora también se cobrará igual para las bebidas sin calorías o con edulcorantes, que antes se salvaban del castigo fiscal.
Esto significa que tanto tu Coca normal como tu Coca Zero van a costar más, y según la Asociación Mexicana de Bebidas, el alza podría ser de hasta 15%, lo que representa un duro golpe al bolsillo.





