La cumbre del G7 en Canadá en junio de 2025 se destacó por las tensiones internacionales y la sorpresiva salida del presidente de EE. UU., Donald Trump, quien dejó el encuentro sin realizar la esperada reunión bilateral con la virtual presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum.

La salida anticipada de Trump, confirmada el 16 de junio por la Casa Blanca, obedeció a la escalada de tensiones en Medio Oriente, particularmente entre Israel e Irán. Desde su cuenta en TruthSocial, el mandatario estadounidense lanzó un mensaje directo: “Todos deben evacuar Teherán inmediatamente” y enfatizó que “Irán no debe tener armas nucleares”.
Antes de su partida, se planeaba un encuentro con Sheinbaum para discutir comercio, migración y seguridad fronteriza, pero la crisis internacional modificó la agenda. Aunque se contemplaba una breve interacción durante la cumbre, Trump se fue de manera repentina.
A su regreso a Washington, el presidente estadounidense convocó de inmediato al Consejo de Seguridad Nacional y ordenó el refuerzo de la presencia militar en Medio Oriente, mientras se analiza una eventual escalada del conflicto. Durante su arribo, Trump declaró que buscará “un verdadero fin” al programa nuclear iraní.

A pesar de su salida, Trump apoyó la declaración conjunta del G7 que pide desescalada en el conflicto y reafirma el derecho de Israel a defenderse. Sin embargo, su enfoque unilateral y el endurecimiento de su política exterior han provocado reacciones mixtas entre los líderes del bloque.
El equipo de Sheinbaum ha confirmado que están en comunicación con la Casa Blanca para organizar un encuentro bilateral, con el objetivo de fortalecer la relación estratégica entre ambos países en el nuevo contexto político.
