Juan Manuel Márquez no sólo tiene que lidiar con el trabajo que le representa ser un boxeador de élite, quizá su mayor trabajo es el de ser un padre ejemplar.
Más de la mitad de la carrera de Juan Manuel en el mundo del pugilismo ha tenido que ver por el bienestar de sus tres hijos, Aldo, Juan Manuel y Alison.
El Dinamita' acepta que se ha perdido muchos capítulos en la vida de sus hijos; sin embargo, cree que todo se ha recompensado por las satisfacciones que ellos le dan dado.
"Muy complicado compaginar ambas cosas, por ejemplo cuando salgo a correr no los puedo ver porque están dormidos y cuando llego ya no están. En entrenamientos muy arduos en serio que no los veo, pero ese sacrifico y ese esfuerzo se reditúa", manifiesta Márquez a RÉCORD.
El campeón en cuatro divisiones sigue buscando una pelea más con la cual retirarse. Sin duda debe ser complicado dejar al deporte que tanto ama y que ha propiciado que la familia Márquez Lomelí sea tan unida y exitosa en varias aspectos.
"Le dedico un 50-50 a ambas. Si no le doy el tiempo necesario a entrenar y a ganar en las peleas, a mí no me va bien y a mi familia tampoco. Me motiva mucho pelear por mis hijos y también hacerlo por mí", aceptó
Márquez, que peleó por última el 17 de mayo de 2014. "De cada uno de ellos me siento muy orgulloso, en primera, porque sean mis hijos. Ellos entienden el sacrifico que he hecho. Ya no quieren que siga peleando, pero vamos a ver", finalizó.
