En la historia del futbol existen personajes capaces de dejar huella por su talento, su carisma o sus hazañas dentro del campo. Pero también hay figuras que trascienden por razones completamente distintas. Ese es el caso de Carlos Henrique Raposo, mejor conocido como ‘El Kaiser’, considerado por muchos como el mayor estafador que haya pisado el balompié profesional.
Durante casi 15 años de supuesta carrera, el brasileño logró vestir las camisetas de clubes históricos como Botafogo, Flamengo, Fluminense, Vasco da Gama, América, Bangu e incluso del Puebla en México. También tuvo breves pasos por el fútbol estadounidense y por el Gazélec Ajaccio de Francia, vecino del equipo donde años más tarde brillaría Guillermo Ochoa. Su recorrido es impresionante… excepto por un detalle fundamental: nunca jugó un solo partido oficial.
La carrera de un futbolista que nunca tocó el balón
El secreto del Kaiser se encontraba en su carisma y en su notable habilidad para cultivar amistades influyentes. Figuras como Renato Gaúcho, Romario, Edmundo, Ricardo Rocha y otros futbolistas brasileños de élite lo ayudaban a abrir puertas en distintos clubes. Sin embargo, una vez contratado, Kaiser recurría a una estrategia infalible: simulaba lesiones, inventaba dolores o simplemente desaparecía de los entrenamientos.
Su objetivo era claro: mantenerse en el plantel sin necesidad de pisar el campo.
“Alguno tenía que vengarse por todos ellos”, comentó una vez, asegurando que su vida como impostor era una respuesta a los abusos que, según él, los clubes solían cometer con los jugadores.
El documental que reveló la verdad
Su historia terminó por convertirse en un fenómeno mediático cuando se estrenó el documental Kaiser: The Greatest Footballer to Never Play Football, que reunió testimonios de personalidades del futbol brasileño y rescató las anécdotas más increíbles del autoproclamado “estafador número uno del futbol”.
Entre las revelaciones, Kaiser confesó haber pagado a periodistas para que escribieran reportajes positivos sobre él, lo que alimentaba su reputación y facilitaba su llegada a nuevos equipos. También admitió su gusto por las fiestas y el sexo, elementos que formaban parte de su vida cotidiana lejos de la cancha.
La única vez que casi jugó… y terminó expulsado
Una de las historias más surrealistas de su trayectoria ocurrió el día en que estuvo a punto de disputar un partido oficial. Al ver que su ingreso a la cancha era inminente, Kaiser ideó un plan desesperado: se peleó con aficionados rivales antes de que iniciara el encuentro, lo que le valió una expulsión inmediata. Así, logró evitar nuevamente su debut.
“Los jugadores lo sabían, pero todos eran amigos míos. Nadie me perseguía”, reveló sin remordimientos.
Un fraude convertido en leyenda
Hoy, Carlos Henrique ‘El Kaiser’ es un personaje que genera fascinación y polémica por igual. Para algunos, representa una burla al futbol profesional; para otros, un singular artista del engaño que logró vivir del deporte sin jugarlo. Su legado, sin duda, es tan único como improbable: ser recordado como el mejor futbolista que nunca jugó.
