Brad Pitt, legendario actor de Hollywood y protagonista de F1: La Película, se ha rendido ante los pilotos de la máxima categoría del automovilismo, no solo por su habilidad al volante, sino por la exigencia física y mental que implica competir al más alto nivel.
El ganador del Oscar a Mejor Actor de Reparto por Érase una vez en Hollywood se encuentra en México para promocionar su nueva cinta, donde interpreta a Sonny Hayes, un expiloto que regresa tres décadas después a la Fórmula 1.
Para darle vida al personaje, Pitt no se quedó en la actuación: tuvo que manejar un monoplaza real y filmar en varios Grandes Premios oficiales, lo que le permitió experimentar en carne propia parte de lo que implica ser piloto en la categoría reina.

“Es increíble lo que estos chicos pueden hacer. Ya sabes, todos creemos que somos pilotos, en cierto modo, que sabríamos cómo manejarlo”, confesó Pitt. “Ellos van cambiando de zona horaria en zona horaria. Están tomando esas curvas, soportando fuerzas de 5G. Es asombroso. Y la idea de que puedan recorrer una pista de cuatro millas o de tres millas y media, y todos estar dentro de un segundo entre ellos… eso es impresionante. Para nosotros, incluso experimentar una pizca de eso fue un subidón”.
Con títulos como El Club de la Pelea, Troya y ¿Conoces a Joe Black? en su filmografía, Pitt añade ahora una experiencia única a su carrera: haber sido “turista” en el mundo más exclusivo del automovilismo. Una vivencia que, según él mismo, nunca olvidará.

"Me encantaría poder explicar cómo se siente la carga aerodinámica, la forma en que estos autos pueden pegarse al suelo. Es increíble. No sé cómo explicarlo mejor, porque no hay nada con lo que pueda compararlo. Es un subidón, y el hecho de que pudimos ser turistas en este ecosistema por un ratito es simplemente una experiencia que nunca olvidaré, nunca", finalizó.




