Gerard Piqué volvió a tener un mal día en su juego con el Barcelona pues una mano suya le costó la victoria al Barcelona, que terminó por empatar por 2-2 en su visita al Osasuna.
No obstantes, el defensor se defendió un señaló que no había forma de evitar que el esférico le diera en su extremidad, por lo que mostró molestia con el cuerpo arbitral.
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"No me puedo cortar la mano y además si no me da en la mano, me da en la cara. Al empezar la temporada, hablan de la distancia con la pelota y no me da tiempo. No estoy abarcando más espacio de lo normal con la mano, estoy saltando de forma natural. Me gustaría que los árbitros intentaran hacerlo. Para mí, que lo he vivido desde dentro, no es penalti", dijo tras el juego.
Sin embargo, el español aseguró que en el equipo no hay alarma, pues la temporada apenas empieza.
"No estamos preocupados, no es el inicio deseado, pero sabemos que esto es muy largo. Lo importante es llegar a marzo o abril con opciones de ganar la Liga. Nos hubiera gustado estar con nueve de nueve, estamos teniendo más dificultades de las previstas", señaló.
