Unos 20 simpatizantes del Racing de Santander perdieron la paciencia. Durante el encuentro de Ida de los Octavos de Final de la Copa del Rey española frente al Almería (1-1), una parcialidad agredió al mandamás del equipo, Ángel 'Harry' Lavín, quien miraba el partido desde su palco.
Desde un comienzo del compromiso, el plantel reclamaron a la directiva porque les debe tres meses de sueldo. Tras el silbatazo inicial del árbitro Iglesias Villanueva, los futbolistas se quedaron quietos y no hicieron intento alguno por disputar el esférico por alrededor de 20 segundos; ya después se pusieron a jugar con normalidad.
Los asistentes en El Sardinero aplaudieron la acción y dedicaron sus primeros insultos al presidente. Con el gol de Miguel Corona, los ánimos se encrudecieron aún más. Al minuto 60 se salió de control la situación: parte de los presentes se saltaron la barda de seguridad para pegarle a 'Harry', quien recibió una patada en la cabeza, de acuerdo con el programa televisivo Carrusel Deportivo. Luego de la anotación de David Concha para el empate final, el ambiente se relajó un poco, aunado a la intervención de la policía.
El Racing, que hace dos años y medio militaba en la Liga BBVA, se halla actualmente en la Segunda B de su país. Jerárquicamente hablando, se trata de la tercera división.




