REDACCIÓN RÉCORD
En Belo Horizonte, Brasil y Uruguay sacarán el primer boleto para convertirse en finalista de la Copa Confederaciones, el cual enfrentará el domingo al que resulte ganador de la otra llave entre los representativos de España e Italia.
Estos equipos se han visto las caras en instancias importantes, donde sale el recuerdo del llamado ‘Maracanazo’ de 1950, en el que los charrúas vencieron a la ‘Canarinha’ 1-2 en la Final de la Copa del Mundo. Aunque esta Semifinal no borrará viejas glorias, hay que recordar que es otra competición, la cual sirve para mostrar el poder de los conjuntos de cara al Mundial del próximo año.
Brasil llega entonado luego de una primera ronda donde la perfección marcó su paso en el torneo, al marcar nueve goles y sólo recibir dos; con un Neymar que anotó un tanto en cada uno de los tres compromisos, justificando el calificativo de ídolo y salvador del futbol brasileño.
El ahora astro del Barcelona no sólo metió tres golazos, sino que asistió a sus compañeros, generó peligro al marco rival cada vez que tocó el balón y se llevó grandes ovaciones del público local.
Una buena prueba para él que tendrá la enorme responsabilidad de darle a Brasil su sexta corona mundial en 2014.
El técnico Luiz Felipe Scolari, quien comenzó en noviembre su segunda etapa con la selección brasileña, finalmente empieza a lograr los resultados esperados, tras una serie de amistosos en los que surgieron más dudas que respuestas.
Scolari sabe que en frente tiene a un equipo veterano, que está junto desde hace seis años, y que fue cuarto en el Mundial de 2010 y ganó la Copa América de 2011, aunque Brasil fue eliminado en los Cuartos de final en ambos torneos.
"Sabemos que tendremos que ser muy cuidadosos contra Uruguay, porque según nuestros visores es el equipo que mejor se planta en la cancha de todos los que están”, advirtió Scolari, que tendrá disponible a todos sus titulares tras la recuperación de David Luiz de un golpe en una pierna.
Para Uruguay, cualquier cosa que consiga de ahora en adelante es ganancia, por la dificultad de los rivales a los que enfrentará.
Después de perder 2-1 ante España en su debut en el Grupo B, la Celeste derrotó 2-1 a Nigeria y 8-0 a Tahití, un encuentro el domingo en Recife en el que el timonel Oscar Tabárez le dio descanso a todos sus titulares, y sólo Luis Suárez fue el único que jugó los últimos 20 minutos, tiempo que le alcanzó para meter dos goles en el cotejo.
"Era el objetivo mínimo que nos habíamos planteado, quedarnos hasta el final del torneo”, señaló el estratega charrúa. El timonel asegura que la condición de visitante en el encuentro no le pesa a su equipo.
"En el Mundial de 2010 jugamos contra el equipo local (Sudáfrica) cuando fue eliminado. Tuvimos algo que ver en eso. Jugamos contra África, que era Ghana en ese momento (en Cuartos de Final), y eran 80 mil personas. Este grupo sabe lo que es jugar de visitante”, recordó.
"Sabemos que el entorno obviamente va a ser a favor del equipo rival, de eso se trata. La gente por suerte no juega”, declaró.
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