MARIO HERNÁNDEZ
A casi ocho años de distancia de que colgó los guantes, pero por tratarse de él, también los botines, Jorge Campos sigue vigente en la historia del futbol mundial, toda vez que la IFFHS lo colocó como el mejor cancerbero mexicano de los últimos 25 años.
Amante de los deportes acuáticos, el golf, las peleas de gallos y cabalgar a caballo por la playa, ‘El Brody’ se inició en 1982 en su natal Acapulco, con el equipo Interjab; al año siguiente pasó a los Delfines de la Segunda División. En 1985 ingresó a la reserva central de Pumas, un año después a la profesional, para debutar en Primera División el 11 de diciembre de 1988, en el empate 1-1 con Santos Laguna.
Sus títulos
En sus dos primeras campañas se desempeñó más como delantero, pues Adolfo Ríos era el dueño del arco auriazul, incluso en la 89-90 terminó como líder goleador del equipo universitario con 14 tantos.
En la siguiente temporada (90-91) jugó prácticamente todo el tiempo bajo los tres palos, aunque se dio tiempo para anotar dos goles, contra Querétaro, en la Jornada 9, y frente a Toluca, en la 13. Al final levantó su primer título de Liga y el tercero del club Universidad; antes también conquistó la Concacaf con los auriazules, justa en la que realizó siete anotaciones.
En el torneo Invierno 97 ganó con Cruz Azul el último campeonato de la institución cementera, pese a que sólo jugó dos partidos, contra las Águilas (Fecha 17), y en la Ida de la Final ante León.
Temple de acero
En la carrera de Campos existen cuatro estampas que reflejan fielmente su temple y espíritu desenfadado en situaciones de apremio, que siempre lo distinguieron.
Un atajada sobre la línea de gol a un disparo a bocajarro de Alex Domínguez, en los últimos minutos de la Final contra el América, evitó que el cuadro azulcrema se llevara la corona. Jorge llegó a declarar que "fue una jugada más del encuentro”, mientras la fanaticada auriazul se quedó con el alma en un hilo.
En la Vuelta de Cuartos de Final de la 94-95, Miguel Ángel Carreón trabó a Juan Reynoso dentró del área, el árbitro Arturo Brizio marcó penalti al 89’, el cual fue cobrado por Julio Zamora y detenido por Campos; pero en el contrarremate, Guadalupe Castañeda colocó a La Máquina en la siguiente instancia.
Y qué decir de la tanda de penaltis en el Mundial de Estados Unidos 94 contra Bulgaria, donde ‘El Brody’, en una espectacular vuelo a un disparo bien ubicado de Krassimir Balakov, para emparejar la serie, tras el hierro de García Aspe, lamentablemente Marcelino Bernal y Jorge Rodríguez no se contagiaron de la seguridad de Campos, quie dicho sea de paso, adivinó los otros tres cobros de los búlgaros, aunque ya nada pudo hacer.
En el Invierno 98, nuevamente contra los Cementeros, le detuvo un penalti a Héctor Adomaitis apenas al minuto 6 en la Vuelta de Cuartos de Final; detención que a la postre influyó en el marcador global final, que favoreció a los Pumas 4-3.
Entre los tres mejores del Planeta
El 10 de octubre de 1993 previo al partido en CU en el que Pumas perdió ante América (2-3), en un acto protocolario, Jorge Campos recibió el trofeo como el tercer mejor portero del mundo, según la IFFHS, sólo detrás del danés Peter Schmeichel y el argentino Sergio Goycochea.
Ese año fue inolvidable para el guardameta porteño, luego de un Subcampeonato en la Copa América de Ecuador y la obtención de la Copa Oro, tres años después obtuvo también la edición de 1996.
Además, con el Tri fue Campéon de la Copa Confederaciones 99, asistió a los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996 y a tres Copas del Mundo (EU 1994, Francia 1998 y Corea-Japón 2002), donde acumuló ocho duelos mundialistas.
Sus números




