En Barcelona olvidan la crisis por el futbol

Los catalanes están orgullosos de muchas cosas: de su historia, de su arte, de Gaudí, de Miró y de Barcelona. La gente de esta bella ciudad mediterránea no deja de inflar el pecho cuando habla de un equipo que los ha conquistado y maravillado.

Y en el día previo al clásico ante el Madrid, más. El ambiente se inunda de futbol, de sentimiento, de confianza, que se traslada a las calles. Da igual caminar por los callejones y plazoletas del Barrio Gótico o por el Puerto Olímpico; de cualquier manera alguien en el panorama presume su camiseta blaugrana.

La severa crisis económica que golpea a España es tema de conversación recurrente y se nota en la cara de taxistas o de cualquier otro profesionista la angustia de los sueldos bajos y la escalada de precios; es por ello también que cuando la charla toca el futbol, prefieren quedarse ahí, y recurrir al tema Messi, Xavi o Iniesta para cambiar el semblante y aferrarse a una distracción que los mantiene con la mente alejada de su realidad.

Nadie da por perdida la Liga; nadie se creyó el discurso de Guardiola, porque saben que se trataba de una treta retórica.

Hoy sienten, más que nunca, que de ganar y ponerse a un punto del odiado rival, terminarán por llevarse el trofeo. Al menos es la sensación generalizada.

Y el Barça, más allá de la obviedad de sus buenos resultados deportivos, también aporta otras cosas a la ciudad. El turismo, por ejemplo, denota un alza en partidos como el de hoy, o en los juegos de Champions, que se han hecho una constante año tras año. Nos vamos los turistas que venimos a ver el Clásico, y tras nosotros llegan los ingleses para apoyar a su Chelsea.

No es casualidad que una ciudad que ostenta más de mil años de arte, que se presume como casa de inspiración de Picasso, de Sabina, de la arquitectura moderna, del glamour y la estética, adore el estilo de un equipo como el que tiene. Barcelona respira futbol, transpira belleza y ama al Barça.