EFE
La selección española certificó su pase al Mundial de Brasil, con un triunfo plácido, superior a una débil Georgia que acusó sus numerosas bajas, el día que Albacete rindió homenajeó a su ídolo, Andrés Iniesta, y La Roja recuperó su identidad para volver a ilusionar con goles de Negredo y Mata (2-0).
Pero también hubo una dosis de falta de ambición y conformismo. Síntomas que alertaron a Vicente del Bosque para acabar revolucionando su equipo titular en el Carlos Belmonte. Seis cambios y un problema sembrado en la portería que fue fácil de evitar. Los argumentos para sentar a Iker Casillas los olvidó el seleccionador en Albacete. Devolvió la titularidad al capitán y respondió como siempre hace con la Roja. Sacando una parada salvadora.
El protagonismo estaba reservado para otros. Del Bosque tenía claras las soluciones al 5-4-1 del rival. Laterales profundos con Juanfran y Alberto Moreno, descaro para encarar en el uno contra uno personificado en Jesús Navas, velocidad de juego, entrada por bandas y remate. Es decir, Negredo. El madrileño se ha ganado ser el nueve de España en el Mundial. Máxima rentabilidad a sus pocos minutos.
Tras salir descontento del triunfo en Son Moix ante Bielorrusia, Del Bosque se olvidó de roles y apostó por soluciones. Juanfran y un descarado Alberto Moreno se instalaron en campo del rival, doblaron a los extremos y pusieron centros continuos. España fue un vendaval ante el que una Georgia plagada de bajas de sus jugadores más importantes, sólo pudo protegerse. En unos minutos, creó más ocasiones que en todo el encuentro de Mallorca.
Había orden de probar desde fuera del área para acabar con la manía de entrar tocando por el centro para generar peligro dentro del área. Busquets comenzó el asedio a los minutos, Navas chutó arriba y Xavi se sumó a los intentos de abrir la lata.
Pese a que la defensa de cinco suele dejar con pocas opciones al nueve, Negredo sobresalió del muro georgiano. Hizo trabajar a Loria, primero en un rechace a disparo de Pedro, posteriormente con una chilena fascinante desde la frontal del área que sacó con una buena estirada el portero georgiano, y al final encontró el premio del gol, tras combinación de Pedro e Iniesta, fusilando en carrera a la red.
Casillas evitó el empate en la única llegada con peligro de Georgia. Sergio Ramos se confió y cuando reaccionó le habían superado en velocidad en una de esos contragolpes que son el único arma al que se agarra un equipo inferior. Iker respondió con reflejos a bocajarro ante Gelashvili.
Del Bosque debe minutos a jugadores que aprecia. Como Juan Mata, que no vive un buen momento en el Chelsea y con la Roja tan sólo había aparecido 15 minutos en la fase de clasificación. Entró al campo con mucho hambre y tras seis minutos encontró el premio del gol. Tras varios rechaces, aprovechó un balón que dio en el cuerpo de Piqué para soltar con su zurda un disparo imparable a un portero tapado por su defensa.




