La historia del Calcio está marcada por equipos que dejaron huella en todos los frentes. Como ejemplos claros están el gran Torino de los 40, el Inter de Helenio Herrera o el Milan de Arrigo Sacchi. A la par de ellos está la Juventus de Michel Platini, un equipo tan ganador como los antes mencionados, formado por jugadores locales y foráneos de gran calidad y que con sus triunfos en el plano continental regresó al futbol italiano al más alto nivel.
Si bien aquel gran Juventus dirigido por Giovanni Trappatoni (enel banquillo) y Giampero Boniperti (en la presidencia), tuvo sus primeros momentos exitosos a mitad de los años setenta con la obtención de tres Scudettos, una Coppa Italia y otra Copa UEFA, su momento dorado del que se conoce como Ciclo Legendario inició en 1981 cuando ganó por vigésima ocasión Campeón de la Serie A.
'Trapp' ya tenía a su mando a futbolistas consolidados en club y selección como Gaetano Scirea, Antonio Cabrini, Marco Tardelli, Claudio Gentile y Sergio Brío, más el aporte de veteranos como el portero Dino Zoff y Roberto Bettega, temible goleador y la reincorporación del sancionado Rossi. Este plantel ganó la Liga previo al Mundial de España 82, pero después del certamen se incorporaron dos hombres que le brindaron la magia, que compensada con la solidez defensiva, hizo de la Juventus un equipo prácticamente invensible: Zbigniew Boniek y el propio Platini.
Ambos encajaron a la perfección; el polaco, con sus escapadas por las bandas y el francés, con doble función: un '10' que movía todos los hilos del equipo y que además era goleador. Los grandes títulos no tardaron en llegar.
A la par de sus conquistas en el Calcio, la Juve se proclamó Campeón de la Recopa europea en 1984, título que sirvió para olvidar la decepción del subcampeonato de la Copa de Europa de 1983; con Platini como Mejor Jugador de Europa en esos años, la Vecchia Signora le apostó toda la gloria a 1985, año en que por fin llegó el gran premio.
Frente al Campeón de Europa reinante, el Liverpool, el club bianconero alzó su primera 'Orejona' en el Estadio Heysel de Bruselas con una victoria de 1-0, título que, sin embargo, quedó marcado por la tragedia que enlutó al Calcio tras la muerte de 39 aficionados previo al inicio del partido debido a una bronca entre las aficiones.
En lo deportivo, la Juve había tocado el cielo y aquel gran plantel alcanzó a ganar la Copa Intercontinental de 1985 y la Serie A en 1986, año en que se cerró uno los capítulos más brillantes de la entidad e inició la época de Diego Maradona y su Nápoles.




