EFE | ROMA
El técnico español Luis Enrique Martínez aseguró este viernes que no pretende permanecer "pegado" al banquillo de la Roma, al cual dirige desde este verano, y se mostró dispuesto a rescindir su contrato de dos años con el club italiano si la directiva le retira su confianza.
"La semana pasada agradecí a los directivos la confianza mostrada. Me siento totalmente apoyado, aunque sé que dependemos de los resultados. Hay una relación franca y buena. Cuando no crean que sea la persona adecuada, me lo dirán y rescindiremos todo rápidamente y sin problemas", dijo Luis Enrique durante una rueda de prensa en Roma previa al partido de su equipo el sábado contra el Inter de Milán.
"No quiero permanecer pegado al banquillo. Aquí estoy por pasión y para hacer mi fútbol. Estoy muy feliz por esta experiencia. La ciudad es maravillosa y espero quedarme al menos durante los dos años de contrato", añadió.
El entrenador del cuadro giallorossi, que perdió el primer partido de la Liga italiana en casa ante el Cagliari y que fue eliminado en la fase previa de la UEFA Europa League, aseguró que es importante que, cuando se empieza con un proyecto nuevo y se elige a alguien para llevarlo adelante, esta persona cuente con la confianza del club.
Luis Enrique afirmó además que a la Roma le falta solo hacer un gol más que el adversario en sus partidos y comentó que en España, como en Italia, "no hay paciencia en el futbol, cuentan solo los resultados, y, si estos no llegan, cae la confianza".
El ex entrenador del Barcelona B indicó que el partido de ante el Inter será "difícil" tanto para la Roma como para los nerazzurri, pues ambos equipos no han tenido un comienzo de temporada muy bueno (el club milanés perdió ante el Palermo en el primer partido de Liga).
