Mark-Vivien Foé, a 10 años de la tragedia en Confederaciones

Marc-Vivien Foé murió en la Copa Confederaciones 2003 | ESPECIAL |

EDUARDO VEGA

Se disputaba el minuto 72 del partido de Semifinales de la Copa Confederaciones 2003 entre Camerún y Colombia, cuando el mediocampista africano Marc-Vivien Foé se desplomó en el terreno de juego, para no levantarse nunca más.

Aquel 26 de junio de 2003, jugadores y paramédicos intentaron ayudar a Foé, quien fue trasladado de emergencia a un centro médico donde más tarde se confirmó su fallecimiento.

De esta manera, el torneo de FIFA quedó marcado desde aquel día, cuando una muerte inesperada conmocionó a todo el medio futbolístico y deportivo en general, aunque no fue la primera, pues las federaciones no llevan un estricto control del tema.

A 10 años de distancia, no se han podido erradicar por completo estas tragedias en el balompié, pues son muchos los jugadores que han dado su último suspiro en el terreno de juego donde disfrutaron de las victorias, pero también la tragedia los alcanzó.

El camerunés era uno de los más queridos en el plantel de su país y una estrella en el Manchester City de la Premier League, lo que dio más trascendencia a su repentino fallecimiento.

La autopsia reveló que Foé murió por un ataque cardiaco fulminante, por una condición hereditaria que tenía el jugador africano.

Este suceso puso en la mesa de discusión de la FIFA las medidas de seguridad que debían cumplir los estadios y los controles médicos que los clubes tenían que imponer a los jugadores antes de cada partido o temporada.

En el Congreso Médico de la FIFA 2012, los expertos tomaron decisiones para evitar muertes como la de Foe, que se pudieron haber evitado con los controles adecuados previos a cada partido o competición.

"Este es el punto de partida, desde ahora (2012) cada miembro asociado va a registrar este tipo de incidentes e informarnos para que podamos analizar cuáles son las patologías detrás de las muertes", subrayó el profesor Jiri Dvorak, jefe médico de la FIFA y presidente de su Centro de Evaluación e Investigación Médica.

En la misma reunión, se habló de la enorme importancia de tener en cada campo de juego un desfribilador, ya que en algunos casos se hubiera evitado la muerte del jugador de contar con uno.

Miklos Feher, PierMario Morosini y Antonio Puerta fueron otros jugadores que se desplomaron en el terreno de juego y horas más tarde perdieron la vida en el hospital al que fueron trasladados.

Fabrice Muamba es un caso extraordinario y especial, pues como los otros futbolistas mencionados cayó en el campo, pero después de semanas de reportarse grave, logró salvar la vida.

Una década se cumple este jueves de la partida de Marc-Vivien Foé, pero el compromiso sigue imcompleto, las medidas preventivas sin aplicarse al cien por ciento y los estadios alrededor del mundo con la capacidad de atender este tipo de emergencias son muy pocos.