REDACCIÓN RÉCORD
Los goles no llegan como la gente los pudiera esperar, pero las victorias son los saldos finales. México se apoya en su gente para mantener su ritmo. Se podrá complicar durante algunos minutos y dejar de lado las ventajas holgadas, pero los triunfos están presentes.
Ahora, frente a Irak, la encomienda se logró y el Tri firmó su pase a Octavos de Final tras el 1-0 final. No fue el juego más vistoso de los dirigidos por Bora Milutinovic.
Los iraquíes, por naturaleza, no se vencen ni se quedan tendidos en el campo. Pelean cada balón hasta el final, juegan al límite, no regalan ni el tiempo, pero con ello no bastó para vencer al cuadro tricolor
El encuentro fue más complicado de lo que se esperaba. La llave del gol parecía no tenerla ni Luis Flores, Tomás Boy o Félix Cruz.
El ataque no acertaba de cara al marco. Se requería ser más insistente, y México así lo fue. Tal vez tardaría su premio pero llegaría.
Fue hasta el minuto 54 cuando Fernando Quirarte ganó en la marca y remató con fiereza para batir la meta asiática.
El Azteca explotó al instante, todo México igual. La victoria estaba escrita, lo demás no valía. La gente en el estadio no paró de celebrar la que era su fiesta, que hace soñar y vibrar a todo el mundo, pero que se desea se quede aquí por siempre. El Tri estaba en la siguiente ronda.
