IVÁN CAÑADA
La Furia Roja explotó y convenció. Emilio Butragueño cumplió con una actuación de ensueño al anotar cuatro goles y ser el principal responsable de la victoria de España 5-1 sobre Dinamarca en los Octavos de Final del Mundial de México 1986.
Dinamarca dominó buena parte del partido, jugó con solvencia y soltura, al grado de encontrar el gol al minuto 33, gracias a Olsen.
Querétaro estaba a la espera de la respuesta española, que se veía superada en la primera media hora del partido. Después llegó el recital ibérico y el desconcierto nórdico, que comenzó con un balón regalado a Butragueño, quien frente al portero simplemente tiró de primera, así, sin pensarlo, y llegó el empate.
Para el segundo lapso, España, confiada y motivada, se fijó en la victoria y la persiguió hasta alcanzarla con el segundo tanto del ‘Buitre’, al minuto 57.
Dinamarca no pudo más con la presión, quiso ir al frente y dejó los espacios necesarios para que se quedara en el intento.
Al 68’, desde el manchón de penalti, Goikoetxea marcó el tercero y ya todo estaba solucionado.
Minutos después llegó de nueva cuenta Butragueño para cerrar su tarde épica, en la que el balón fue su mejor amigo y el arco siempre se le mostró abierto. España estaba en la fase de Cuartos de Final.
