El delantero del Paris Saint Germain Zlatan Ibrahimovic reiteró este lunes sus disculpas tras la polémica grabación tras perder este domingo 3-2 contra el Burdeos en la que se ve al futbolista sueco decir que Francia es un "país de mierda" y aseguró que sus palabras fueron malinterpretadas.
"De entrada, no me refería a los franceses. Estaba furioso. Si han malinterpretado mis declaraciones, me disculpo sinceramente. Soy un hombre de honor, consecuente con lo que hago. Me disculpo de nuevo", declaró Ibrahimovic en un vídeo filmado este lunes en el Parque de los Príncipes y difundido por el PSG.
Al término del encuentro en Burdeos, la estrella del Paris, donde cumple su tercera temporada, fue captado en un video cuando se dirigía al vestuario, lanzando improperios en inglés.
"En 15 años nunca he visto un árbitro como este. En este país de mierda. Este país no merece al PSG. Somos demasiado buenos para este país", comentó el jugador, visiblemente enfadado y sin camiseta.
Poco más de una hora después del incidente el delantero pidió disculpas a través de Instagram y, este lunes, ante la lluvia de críticas y de una posible sanción disciplinaria, lo ha hecho en persona.
"Cuando veo cómo se han utilizado y malinterpretado mis declaraciones, creo que los franceses son suficientemente inteligentes para comprender la situación. En cualquier caso, por todos los que se hayan sentido ofendidos, pido perdón", agregó Ibrahimovic.
El delantero sueco insistió en que siempre se ha sentido bien tratado y respetado en Francia.
"Respeto a la gente que me respeta. Todos los días de mi aventura en el PSG son fantásticos. No me arrepiento de nada. Nadie me hará cambiar de opinión. Desde el primer día que llegué a Paris, sólo vivo buenos momentos", concluyó el sueco, de 33 años.
Por otra parte, los comentarios del artillero han provocados acaloradas reacciones de políticos franceses como la presidenta del ultraderechista Frente Nacional, Marine Le Pen, quien señaló que "los que consideran que Francia es un país de mierda que se marchen".
"Es inaceptable, un capricho de estrella del futbol. Que juegue al futbol y que se calle", clamó, airado, el exdiputado socialista Jérome Guedj.
