No todo es glamour en Río de Janeiro

Las zonas pobres, otra cara de Río | BERNARDO MALDONADO |

IVÁN CAÑADA | RÍO DE JANEIRO
 
En Río de Janeiro no todo es glamour, playa o fiesta. También destacan las zonas pobres conocidas como favelas, que normalmente se encuentran en la cima de los cerros.

En este caso, si bien no ocurrió en una favela, el entrenamiento de la Selección se desarrolló en el Estadio Sao Januario, casa del Vasco da Gama, que está ubicado en el Barrio Sao Cristovao, una ‘zona brava’ como lo dicen habitantes o taxistas que se encuentran en Copacabana o Ipanema, la parte turística de Río.

Junto a Bernardo Maldonado, fotógrafo en esta cobertura, apenas tomamos el taxi y pedimos llegar al Estadio Sao Januario, recibimos la primera y necesaria indicación de no llevar mucho dinero en efectivo y tratar, tan pronto saliéramos del inmueble, de regresar a Copacabana para reducir la posibilidad de ser presas del crimen que es reconocido en el barrio.

Al aproximarse al estadio, las casas viejas, las fachadas de las fábricas cercanas pintadas con graffiti, las calles con problemas en la pavimentación y la gente dormida sobre las aceras, eran parte de Sao Cristovao.

Ahí, en la mitad de todo eso, se encuentra ubicado el Estadio Sao Januario, un inmueble igualmente viejo –construido en 1927– que cuenta a su alrededor con algunas canchas de tenis y un gimnasio.

Por dentro, el inmueble tiene más parecido a una iglesia que a un estadio: cruces de cemento por doquier, imágenes religiosas y losetas con el nombre de los aficionados que han decidido poner su nombre en el estadio.

El Tri también tomó sus precauciones y al término de la sesión viajó en su autobús, custodiado por dos motocicletas, para regresar a su hotel de concentración y descansar para mañana volver al Sao Januario y ver una de las partes de Brasil que no precisamente es de las recomendadas para visitar.