Ante los aficionados que esperaban al Real Madrid para celebrar el título de Copa, Sergio Ramos protagonizó una de escenas que inmortalizará su nombre en la historia del conjunto merengue. Nada tiene que ver con su actuación en la cancha, sino con el resbalón que tuvo al dejar caer el trofeo de la Copa del Rey cuando se encontraba en el autobús descapotado del equipo, y este la aplastó.
Ramos observó cómo fue arrollado el trofeo por el vehículo tras caer por su parte delantera y tal parece, que la euforia, la emoción y la adrenalina le restaron fuerza a los brazos del jugador, quien obviamente no soportó los 15 kilos que pesa el trofeo.
Solucionado el incidente y recuperada la Copa, trabajadores del SAMUR (Servicio de Asistencia Municipal de Urgencia y Rescate) se encargaron de quitar pequeños restos del trofeo, que aún permanecían en el asfalto y, de esta forma, el autobús consiguió llegar a la plaza de Cibeles.
El incidente se produjo en torno a las 4:15 horas de España. Unos 20 minutos después, Casillas se encargó de coronar a la Diosa Cibeles en el tradicional acto. La copa no volvió a salir del interior del autobús, a donde se la llevaron el personal de operaciones del Real Madrid para intentar arreglarla, sin embargo, los daños del título no frenaron el entusiasmo de los jugadores del Real Madrid.




