AGENCIAS | BUENOS AIRES
Ha llegado la hora de la verdad para River Plate. No hay mañana para el equipo más ganador de la Liga argentina que intentará evitar el descenso de categoría ante Belgrano de Córdoba, el día en que se cumplen 15 años de su última conquista de la Copa Libertadores. Específicamente, el 26 de junio de 1996.
El equipo millonario deberá revertir la derrota por 2-0 que sufrió en la Ida ante Belgrano en la serie de repesca por la permanencia a la que llegó por su bajo promedio en las últimas tres temporadas.
Considerado como uno de los clubes más prestigiosos en el plano internacional, el club de la banda roja está muy cerca de unirse a otros grandes que en su momento sufrieron el descenso, como Atlético Madrid, Milan, Juventus, Liverpool y Manchester United.
Incluso Diego Armando Maradona, hincha de Boca Juniors, el enemigo acérrimo de River, expresó que "sería feo que River se vaya a la B. River es un grande”.
El humilde Belgrano, a su vez, se clasificó por estar en el cuarto lugar de la tabla de la Primera B Nacional, la Segunda División del futbol argentino, que ya permitió los ascensos de Atlético Rafaela y Unión de Santa Fe.
La otra serie de repesca la animarán Gimnasia y Esgrima La Plata (que viene de condenar al descenso a Huracán en un desempate, y todavía debe revalidar su plaza en Primera) y San Martín de San Juan.
El encuentro que definirá el futuro de River se disputará con el marco de un importante operativo de seguridad en el Estadio Monumental, que en los últimos días ya fue escenario de incidentes provocados por los hinchas millonarios.
Unos 2 mil policías tratarán de prevenir algún tipo de problema, sobre todo en caso de que River Plate no consiga revertir el resultado negativo y consuma la tragedia de bajar de categoría.
