St. Pauli, un equipo de leyendas y tradiciones

La afición de cita en el Estadio Millerntor, casa de este club | ESPECIAL |

ENRIQUE IGLESIAS

A ntifascistas, antirracistas y antisexistas, así es como se denominan los aficionados del St. Pauli alemán, equipo que en la actualidad vive relegado en la Segunda División de aquel país y que sin embargo, eso no es impedimento para que los reflectores del futbol mundial se posen en el Estadio Millerntor, casa de este club.

Sankt Pauli es un barrio obrero situado al norte de Hamburgo, en el que la mayoría de sus habitantes tienen como ideología política la izquierda, el comunismo, el socialismo y la anarquía; los fans así, enfundados en una calavera entre huesos, como logo no oficial, pero sí el más reconocido entre su afición, se han hecho acreedores al mote de ‘Los piratas de la Liga’.

En las gradas del Millerntor existe una gran variedad de símbolos que identifican a esta afición de cualquier otra; situados en la curva norte del estadio y en la legendaria tribuna ‘Gegengerade’, la zona más famosa del estadio, y en donde se sitúan los ‘Ständiger Fanausschuss’ (fanáticos permanentes) las banderas con el rostro del Che Guevara se pueden apreciar de forma constante en sus partidos como locales; los cánticos incesantes y el blanco, negro y marrón no pueden faltar.

También es el vivo reflejo de la escena punk en Alemania, sus aficionados más radicales (los ultras) y de extrema izquierda, característicos por su vestimenta y sus peculiares crestas, han escenificado las peleas más espectaculares en contra de sus acérrimos rivales: los declarados fascistas, los hinchas del Hamburgo y del Hansa Rostock, principalmente.

Con más de 200 grupos organizados, los piratas siempre han sido unos adelantados a su época. En la década de los ochenta, mientras la mayoría de los clubes europeos se preocupaban por su infraestructura, los del St. Pauli creaban fanzines, mantas y conferencias sobre política con el objetivo de crear una conciencia social, en la que prohibían símbolos racistas y actividades nacionalistas, además de apoyar la equidad de géneros, de hecho el anterior presidente de su hinchada, nunca ocultó su homosexualidad.

Por si fuera poco, en todos los juegos que se viven como local, los futbolistas del club alemán saltan al terreno de juego bajo los acordes de ‘Hell Bells’, canción del legendario grupo AC/DC; incluso, cada que llega un gol de St Pauli, suena el estribillo de ‘Song 2’, una de las canciones más representativas de la banda británica Blur, todo esto al tiempo en que las gradas comienzan a temblar por el éxtasis
que genera el horadar la meta rival.

Vivir un partido en el Estadio Millerntor implica una gran diversidad en las tribunas, multiculturalidad, igualdad de géneros e incluso, el club cuenta con la mayor cantidad de aficionadas en toda Alemania, sin importar que el equipo juegue en la Segunda División de la Bundesliga.

Es por ello que la importancia de St Pauli, no radica en su palmarés, sino en la fabulosa e inigualable afición con la que cuenta.