Las Águilas dejaron de volar en casa al sumar su tercer derrota consecutiva del torneo en el Estadio Azteca y Santos fue un rival que no les tuvo ninguna piedad al remontar una desventaja de dos anotaciones para sellar un triunfo (2-4) de antología.
La última victoria del cuadro azulcrema en casa fue en la jornada 3 cuando derrotaron por marcador de 1-0 a León.
La primera emoción del partido se dio cuando el público apenas se acomodaba en las butacas. Adrián Aldrete se sumó al frente y en un pase retrasado de Paul Aguilar, metió tiro cruzado que fue a dar al travesaño ante el alivio de Oswaldo Sánchez.
Pero la suerte del visitante no duró mucho tiempo, ya que hasta ese momento sólo había un equipo en la cancha y ante el acoso insistente, los de Coapa lograron adelantarse en el marcador mediante un tiro de Andrés Ríos que escupió el cancerbero lagunero para la buena fortuna de Sambueza que remató sin piedad al estar al acecho del rebote.
Tan sólo cinco minutos después, la escuadra dirigida por Antonio Mohamed, que vio el partido desde un palco por estar suspendido, obtuvo la segunda anotación vía Andrés Ríos. El delantero argentino recibió una asistencia de su paisano Rubens Sambueza y cerró la pinza lanzándose de una manera espectacular para lograr su primer gol en México.
Dicen que el 2-0 parcial es el resultado más engañoso y América se relajó con la ventaja cediendo la iniciativa peligrosamente; el cuadro de La Comarca supo aprovecharlo y después de exigir un penalti sobre Oribe Peralta que no fue concedido, fabricó varias jugadas de peligro hasta marcar el descuento gracias a una jugada individual de Darwin Quintero dentro del área y un disparo cruzado imposible para Muñoz.
El silbatazo final del primer tiempo era sinónimo de esperanzas para Santos en la tarde. Al reanudarse las acciones, el conjunto azulcrema volvió a apoderarse del esférico y estuvo cerca del tercero con un disparo de Osvaldito en el área que se fue ligeramente desviado.
Sin embargo, los laguneros siguieron siendo venenosos y acariciaron el empate con un disparo de media distancia de Oribe Peralta que desvió Moisés Muñoz con un lance y manotazo providencial.
El arquero americanista pasó de la gloria a la villanía, ya que en una jugada posterior fue incapaz de evitar la igualada cuando parecía que podía hacer más en un tiro del colombiano Andrés Rentería que se coló por su poste derecho aunado a la floja marca de Valenzuela. El 2-2 ya era un resultado justo.
Los locales carecieron de contundencia para llevarse el triunfo en los minutos finales y les costó caro, ya que Oribe Peralta producto de una genialidad logró el tercero de su escuadra al quitarse con maestría a dos defensores y de media vuelta aniquilar el arco azulcrema.
Para poner el clavo en el ataúd, Juan Pablo Rodríguez selló la victoria y la goleada con un penalti en tiempo de compensación tras falta a Quintero. A las Águilas ya les quitaron las alas para volar en casa.
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