A Cruz Azul no le preocupa su descalabro ante Tigres

MARIO PALAFOX

Para Gerardo Torrado, en Cruz Azul no hay preocupación por sumar su segunda derrota en calidad de visitante.

El capitán cementero aseguró que el equipo ha mostrado un nivel que da para soñar en un título, aunque se debe trabajar en la definición para sumar más unidades de las 10 que tienen en este momento.

"El equipo está ahí, en cualquier momento puede ganar los partidos. Perdimos, pero no pasa nada, hay que seguir trabajando, estamos cerca de los que están arriba y ahora viene una oportunidad más de reivindicarnos, de seguir con el buen funcionamiento y saber aprovechar las oportunidades de gol que tengamos. A mí parecer el equipo está bien, estamos para cosechar victorias”, expresó Torrado, quien fue uno de los elementos que trabajó en la zona de definición.

Enrique Meza puso énfasis en el trabajo ofensivo, luego de que ante Tigres no se lograron anotar las ocasiones de gol que se crearon. Para ello, Daniel Ipata colocó a los mediocapistas y delanteros en la zona para hacer tiros, centros y remates. El grito del Profe era claro: "Hay que meterlas”.

"Yo veo bien al equipo en todos los aspectos, hay que trabajar fuerte porque todavía queda bastante torneo y hay que intentar llegar de la mejor manera a la fase final para buscar el primer objetivo que es llegar a la Liguilla y luego el título”, indicó Gerardo, quien se nota relajado, luego de que la temporada pasada la Máquina sumaba cinco victorias y una derrota en esta misma etapa. Ahora tiene tres victorias, dos derrotas y un empate.

"A mi parecer fue otra cara la que mostró el equipo que cuando perdimos contra Atlante, esa vez no pudimos tener la pelota y ahora sí, entonces por ese lado el equipo está tranquilo porque el funcionamiento fue bueno, obviamente lo ideal es tener el funcionamiento que tuvimos y ganar, pero tenemos que estar tranquilos sabiendo que con ese funcionamiento y apuntalando los errores vamos a tener muy buenos resultados”.

Todos los elementos ofensivos en la Máquina trabajaron alrededor de 45 minutos en diversas mecánicas que utilizó Ipata, primero en dribbling y disparo, después en recepción y disparo, luego en centros. Eso también fue aprovechado por los arqueros, que tuvieron un trabajo arduo para tapar todos los envíos de sus compañeros.