Cruz Azul y Jaguares empatan en duelo con granizo incluido

Pavone disputa el balón en el duelo contra Jaguares | MEXSPORT |

LUIS SALAZAR

El guión de este partido lo escribió un loco: un primer tiempo aburrido, dos golazos, una lluvia torrencial, granizada, el juego suspendido 10 minutos, que se reanudó por un árbitro sin criterio, y que terminó 1-1. Cruz Azul y Chiapas FC disputaron un encuentro atípico: fue equilibrado casi todo, hasta que las emociones llegaron hasta el final.

Cuando caía sobre el Azul un sol intenso, los Celestes no mostraron mejoría. Siguieron imprecisos en sus pases con poca profundidad por las bandas y nulo futbol como equipo. Ante los chiapanecos tardaron media hora en generar una opción de gol.

En medio de la pasividad, a La Máquina le marcaron un penal que fue un regalo. Pablo Barrera decidió cobrar desde los once pasos, disparó a media altura, pero afuera de la portería.

Al medio tiempo comenzó a llover en el Azul y ésta fue más intensa conforme avanzó el compromiso.

 



Avilés Hurtado otorgó la primera diana del cotejo. Ejecutó un tiro libe y la puso cerca del ángulo: un golazo. Todavía no terminaban de festejar los sureños cuando, un minuto después, ya con charcos en la cancha, Mariano Pavone le pegó en los linderos del área y sorprendió al portero Alfredo Frausto para empatar.

La lluvia cayó más fuerte y comenzó a granizar. Miguel Ángel Ayala decidió que se detuvieran las acciones. Ambas oncenas regresaron a los vestidores, los aficionados intentaron salir del Estadio para protegerse, aunque muchos no lo lograron porque las salidas se congestionaron. Otras personas buscaron un refugio en los pasillos.

Casi 11 minutos después, el silbante reanudó el tiempo restante, pese a que el terreno era un lodazal. Entonces apareció el espectáculo de futbolistas que se resbalaron, de caídas que amenazaban con provocar lesiones; una función digna del llano.

Más allá de los intentos por anotar el tanto de la victoria, ninguna escuadra lo logró. Acabaron los 90'; y, para fortuna de los de La Noria, el diluvio ocultó su conjunción escasa.