La contratación del atacante brasileño Guilherme Gusmao está en el aire. A pesar de que, de acuerdo con su representante, superó las pruebas físicas, existen situaciones contractuales que deben solucionarse para que se concrete el fichaje.
El futbolista sudamericano partió la tarde de ayer rumbo a Belo Horizonte, a la espera de poder solucionar las diferencias con su actual equipo, que pide una compensación de 750 mil dólares para dejar salir al jugador a quien le quedan seis meses de contrato con los albinegros.
"Guilherme fue aprobado en los exámenes médicos", declaró Iván Suarez, agente del jugador. "Todo está caminando bien pero no olvidemos que él todavía tiene equipo en Brasil y tenemos que negociar algunas cosas con ellos", explicó a RÉCORD a la salida de su hotel en la Ciudad de México.
Eduardo Maluf, director deportivo del Atlético, aseveró al portal hojeemdia.com.br de Brasil que la Máquina depositará el dinero acordado la próxima semana para que los Cementeros se adjudiquen al jugador.
"Guilherme pasó los exámenes médicos hoy (ayer). El dinero va a ser depositado la próxima semana", explicó el directivo al medio brasileño.
La novela parece que terminaría la próxima semana, pues en caso de que se concrete el traspaso el jugador regresaría el lunes o martes, de acuerdo con información de Suárez, quien habló con los medios de comunicación en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
"Regresaremos lunes o martes, todo depende de lo que hablemos con Agustín Manzo", dijo a los periodistas. Otro tema que tiene pendiente el jugador brasileño es el pago de unos premios económicos, situación que también tiene inquietos tanto al futbolista como a su representante.
El atacante brasileño no ha querido dar declaraciones respecto a su situación; sin embargo, el pasado jueves conoció las instalaciones de La Noria y convivió con Fabio Santos y Ariel Rojas, quienes serían sus compañeros en caso de que las negociaciones culminen de manera satisfactoria.
