LUIS SALAZAR
Alfonso Jiménez, jefe de los servicios médicos de Cruz Azul, explicó que la lesión de Gerardo Flores pudo haber sido de mayor gravedad por el exceso de agua que había en la cancha del Estadio Azul.
Flores sufrió una rotura parcial del ligamento cruzado posterior y requerirá operación. Estará entre tres y cuatro meses en rehabilitación.
"Pudo haber ocasionado una fractura de tibia o peroné, afortunadamente no sucedió", dijo Jiménez.
El doctor de Cruz Azul pidió que la lesión de Flores sirva como precedente en el futbol mexicano.
"Que esto nos sirva de experiencia tanto los federativos como los cuerpos arbitrales. Como le comenté al árbitro (Miguel Ayala) se pone en riesgo la integridad del jugador, de los dos equipos, e incluso, hasta el espectáculo porque eso ya no era un partido de futbol", afirmó.
Se jugaba el minuto 30 del segundo tiempo, cuando la lluvia y el granizo impidieron que siguiera el partido entre Cruz Azul y Jaguares en el Estadio Azul.
El árbitro Miguel Ayala decidió detenerlo. Habían transcurrido 10 minutos cuando el silbante regresó al campo y decidió reanudarlo, pero Flores se lesionó tras barrerse para recuperar un balón.
"No era el pasto mojado, era la laguna. Pierdes control sobre tus propios movimientos, te patinas, no te puedes frenar.
"No eran situaciones idóneas, es muy riesgoso, porque puede haber una fractura, un traumatismo craneoencefálico, pueden ser muchas cosas", aseguró Jiménez.
"Le dije (al árbitro) que él ponía las reglas, pero que estaba poniendo en riesgo la integridad física de los jugadores de Cruz Azul y Jaguares".




