JANATAN PEÑA
Contrario a los últimos torneos donde el autobús americanista llegaba al estacionamiento de la Plaza de Toros México y los jugadores se dirigían hacia el Estadio Azul a través del túnel que hace conexión entre ambos inmuebles, esta vez se rompió con este protocolo por seguridad y el plantel tuvo un acceso normal a la casa cementera a través de la Puerta 1 sin hechos por lamentar, aunque sí con hostilidad.
América apareció en las inmediaciones del Estadio Azul cerca de las 15:15 horas, el autobús hizo su último trayecto por la calle Indiana antes de deternerse frente a la Puerta 1 e iba resguardado por un fuerte dispositivo de seguridad.
Los aficionados celestes ahí congregados, al percibir la presencia azulcrema, empezaron a proferir numesos insultos y aventaron uno que otro líquido, pero nada de consecuencia. Los gritos de "Pu..., "Cu..., Wilas, Muertos", se oían con fuerza y también hubo algunos aficionados de las Águilas que se acercaron para sacar fotografías, aunque eran minoría.
El primero en descender del autobús fue el presidente Michel Bauer. Detrás de él, sobrevino todo su séquito de jugadores, al compás de los insultos que no dejaron de tener fuerza, pero agentes de seguridad colocaron sus escudos entre las rejas para evitar cualquier agresión o contratiempo.
A los 15 minutos del arribo americanista, llegó Cruz Azul. El clima de hostilidad fue cambiado por alegría, porras y algarabía, siendo Gerardo Torrado, Emanuel Villa, Christian Giménez y Jesús Corona los más ovacionados.
Durante la llegada de ambos autobuses, el ya clásico ';dominador de balón del Estadio Azul'; que se coloca afuera de la entrada principal de la casa cementera no perdió el equilibrio a pesar de que los transportes le pasaron muy cerca.




