Villa prepara la explosión en el Azteca

| ENRIQUE TERRAZAS

MARIO PALAFOX

Nunca ha gritado un gol contra el América en el Estadio Azteca. Emanuel Villa, delantero de Cruz Azul, confi rma su deseo: marcarle a las Águilas el próximo domingo, pero, sobre todo, vencerlos como el semestre pasado, lo que provocaría la euforia de sus aficionados.

"Seguramente veremos una explosión, Dios quiera”, expresa el delantero, quien desde que Enrique Meza lo puso como único delantero, ha marcado con mayor regularidad.

"Sería bonito anotar, no por el Azteca, sino por el clásico, que uno siempre quiere ganar y hacer las cosas bien”, añade Tito, quien suma cuatro goles en el presente torneo. Villa refl exiona tras unos minutos de charla. Recuerda que ya festejó dos goles en el Coloso de Santa Úrsula, pero ninguno al América.

"No recuerdo muchos momentos importantes en el Azteca; con Atlas y Tecos hemos tenido partidos buenos, pero en el Azteca no pude anotarle al América, sino al Atlante cuando jugaba ahí. No al América”, rememora el argentino, un tanto contrariado, pues tiene presente que gritó un gol con Atlas un 9 de septiembre del 2006 y otro con Tecos el 7 de abril del 2007. Pero no al América.Villa sonríe tímidamente. Recuerda aquel encuentro del 3 de octubre del año pasado, en el Estadio Azul, donde La Máquina terminó con la racha negativa de 16 partidos sin victoria ante las Águilas. Su voz delata su emoción, su mente inmortalizó aquella tarde con la esperanza de que el domingo se escriba la misma historia: una victoria celeste.

"Aquella tarde había buen ambiente, mucho optimismo por hacer las cosas bien, por ganar; después de lograr el triunfo y sacarnos esa ‘mochila’ (carga) de encima, pues la verdad es que el ambiente posterior fue muy lindo. A la gente se le notaba, se les veía su cara y su felicidad.

"Los clásicos tienen un plus porque la gente lo vive diferente; uno también lo siente así y sabe que esos partidos tienen esos plus anímicos. La victoria o la derrota determinan el estado de ánimo del equipo tras ese juego”, apunta Tito, quien asegura que aquella tarde en el Azul fue una de las más felices en su historia con La Máquina, donde suma 45 goles, 34 de ellos en la Liga y 11 en la Concachampions.

"Estábamos muy contentos porque era una victoria que estábamos esperando, todos teníamos el mismo rostro de felicidad y alegría, no sólo por nosotros, sino por la afición, por nuestro presidente, por todos en general. Por el cuerpo técnico y por nosotros mismos, era algo que nos debíamos en aquella ocasión y lo cumplimos”, afirma Emanuel.