El ariete de Jaguares de Chiapas, Julio Nava, fue sancionado con 8 meses de inhabilitación por el consumo de Betamethasone', componente que se encuentra en la lista de sustancias prohibidas de la Agencia Mundial Antidopaje. Este caso se une a otros del futbol mexicano en el que algunos futbolistas sufrieron suspensiones similares o fueron perdonados.
Claudio Suárez, ex zaguero de los Pumas, Chivas y la Selección Mexicana dio positivo en nandrolona, en la Copa Rey Fahd, de 1997. Después de una larga investigación, el Emperador fue exonerado, debido a que el proceso con el que se hicieron las pruebas no fue el correcto. "Primero lo tomé a broma, pero después fue serio y desagradable, supuestamente hubo error en laboratorio", recordó Claudio.
Para la Copa América de Paraguay 1999, Raúl Rodrigo Lara y Paulo César Tilón' Chávez, arrojaron positivo en testosterona y nandrolona, por lo que la Conmebol los castigó durante seis meses de torneos sudamericanos.
El dopaje volvió a golpear el futbol mexicano, en la Copa Confederaciones de 2005, cuando Aarón Galindo y Salvador Carmona fueron suspendidos del plantel en pleno torneo, sin explicación alguna. Posteriormente se habló de que ambos consumieron naondrosterona, lo que derivó en que ambos fueran suspendidos de cualquier actividad futbolística por un año.
En 2007, Salvador Carmona fue sancionado por reincidente y se le inhabilitó de por vida.
El ex arquero de Rayados, Omar Ortiz, fue suspendido dos años de cualquier torneo de la Conmebol, por haber dado positivo en las sustancias Oxymetholone y Dromostanolona, durante la Copa Libertadores 2010. Tiempo después, el ahora preso confesó que utilizaba esa sustancia desde tiempo atrás, y en el futbol mexicano nunca dio positivo.
En 2011, la Copa Oro vivió uno de los escándalos más grandes de la Selección, pues cinco jugadores fueron diagnosticados con clembuterol. Francisco Javier Rodríguez, Antonio Naelson, Edgar Dueñas, Guillermo Ochoa y Christian Bermúdez fueron separados del plantel.
Meses después se comprobó que todos los seleccionados consumieron carne contaminada, por lo que no recibieron castigo alguno.
Los últimos dos casos antes de la suspensión de Julio Nava, fueron Marco Jiménez y Amaury Escoto, de Gallos Blancos. Ambos presentaron positivo en Clembuterol; sin embargo, fueron perdonados al no comprobarse su consumo para mejorar rendimiento físico.








