CARLOS GUZMÁN
El camino ha sido largo y lo recorrieron hasta el Final con su equipo. La ';Locura 81';, barra de Morelia, volvió a hacer su estridente aparición en el hotel de concentración de Monarcas, donde cuatro horas antes del silbatazo inicial ya empezaban a gritar y cantar para animar a sus jugadores, mismos, que se asomaban desde sus cuartos sin dar crédito al espectáculo.
En combies, autos, camionetas y microbuses, arribaron poco a poco los cientos de seguidores purépechas que entre banderas amarillas y rojas empezaron a cantar y saludar a los jugadores que los veían desde sus habitaciones; sin embargo, la llegada de Tomás Boy hizo lo que parecía imposible, dejarlos callados y absortos.
Como si se tratara de un dios, el director técnico de Monarcas, hizo su llegada alrededor de las 17:30 abordo de una camioneta negra y muy apurado para estar presente en la charla táctica previo al juego, los seguidores lo tocaron, lo alabaron y el ';Jefe'; aunque no quiso ser grosero, les indicó que llevaba prisa por lo que no podía atender a todos.
Con el carnaval que se vivía afuera del hotel, dos horas antes de iniciar la Final de Ida, uno a uno los jugadores fueron subiendo al camión que los llevaría hasta el Estadio Morelos, recorrido que fue rápido, pero lleno de aliento, ya que a cada calle que pasaba el autobús, la gente les deseaba suerte y pedían que consiguieran la tan ansiada segunda estrella para el club.
