Hace exactamente 70 años, la historia del futbol regiomontano cambió para siempre; mientras el popular escuadrón 201 sobrevolaba los aires en el apogeo de la Segunda Guerra Mundial, los Rayados de Monterrey nacían.
Quizá sin imaginar, que con el paso del tiempo llenaría de emociones a una de las ciudades más importantes de México, el nuevo equipo de la ciudad dio sus primeros pasos en rectángulos improvisados, empastados que en un principio fungían como diamante .
El conjunto albiazul asaltó' una comunidad que veía en el beisbol al deporte predilecto; el debut oficial del Club de Futbol Monterrey se registró al interior del Parque Cuauhtémoc, sede de la pelota caliente regiomontana que ocasionalmente se transformaba en el terreno ideal para un equipo de futbol.
LA NUEVA CASA
Hoy, con siete décadas sobre el escudo, los Rayados habrán de mudarse a un nuevo hogar, donde buscarán refrendar todas las anécdotas forjadas con sudor y sangre al interior del Estadio Tecnológico, alguna vez sede mundialista.
La que fuera casa del conjunto del Barrial desde la década de los 60 quedará huérfana, carente de emociones, de ese griterío estruendoso que coreó por igual al Bahía', Guillermo Franco y al Chupete Suazo, extranjeros de alta estirpe que, en su momento, enloquecieron a la Sultana del Norte.
RAYAS RETRO
El tiempo voraz no ha cesado su marcha, y sin lugar a dudas, ha dejado huella sobre una camiseta a rayas que continúa acumulando odiseas, y mientras la memoria transporte al pasado, existirá siempre pretexto para revivir aquellos años de gloria.
En pleno 2015, los uniformes retro no pueden faltar; mucho menos las despedidas de ensueño para un inmueble que hoy ha cedido paso a un recinto de primer mundo, a una cuna que tendrá por debajo de los cimientos, las raíces de un club que enamora multitudes.





