GIBRÁN ARAIGE
De la forma más ridícula posible, el Guadalajara casi aniquiló sus aspiraciones para meterse a la Liguilla, ya que a cinco minutos del final el Chore Mejía metió un gol en su propia portería, que le dio el triunfo a Estudiantes Tecos y que le sabe a gloria.
Ayer el Estadio 3 de Marzo vivió un juego de sentimientos encontrados. Por un lado la tristeza invadió a los rojiblancos, ya que la derrota los aleja mucho del sueño de meterse a la Fiesta Grande. Mientras que para Estudiantes fue un día inolvidable, ya que fue un triunfo que les dio oxígeno puro en el tema porcentual, al acercarse a cinco puntos del Atlas.
El juego empezó emocionante con jugadas de peligro en ambas porterías. Los dos equipos parecían decididos en mantener sus sueños con vida.
Pero ayer la pelota simplemente no quería entrar en ninguna portería y cuando parecía que todo terminaría en un empate sin goles, el Chore sorprendió a Michel y a todo el estadio, tras meter un terrible autogol al minuto 85.
Apenas una jugada antes, Chivas estuvo cerca de marcar el primero, pero atajó bien el guardameta estudiantil, inmediatamente despejó, el balón botó y el Mejía se vio presionado por Lillingston, por lo cual el rojiblanco estiró la pierna y le dio un punterazo al balón para retrasarlo, sin embargo Michel estaba adelantado y el esférico lo terminó techando, por lo que al final lo tuvo que recoger del fondo de las redes, mientras los jugadores de Tecos festejaban sacando toda la presión que tenían dentro.
Antes de eso, el Guadalajara tuvo oportunidades para llevarse la victoria, pero entre Christian Martínez, los postes y la mala puntería de sus delanteros, no pudieron abrir el marcador.
Todavía a un minuto del final, el Hulk Salazar hizo un excelente remate de cabeza que pintaba para empatar el juego, sin embargo el balón se estrelló en el poste y el grito de gol se quedó ahogado.
El conjunto universitario también hizo los suyo, y ayer recordaron cómo se juega el futbol, ya que por momentos tomaron el control del partido, pero la historia era la misma, y no podían meter el balón.
Al final se llevaron un justo premio, pero sobre todo un bálsamo de confianza de cara al cierre de torneo, ya que aún pueden salvarse, aunque no dependen de ellos mismos.
Por su parte, Chivas tendrá que cerrar dignamente el torneo y pensar en un milagro, para volver a pensar en pelear un boleto a la Liguilla, sumándole a esto que las lesiones siguen golpeando a los rojiblancos, ya que ayer Reynoso tuvo que dejar el juego por una molestia.
ASÍ LO VIVIMOS
