GIBRÁN ARAIGE
El arbitraje mexicano se encuentra de luto. Falleció uno de los silbantes más destacados del arbitraje mexicano en la década de los 80. Antonio R. Márquez dejó de existir por causas naturales a los 77 años de edad.
En su pasado dejó cualquier cantidad de glorias como árbitro. Su máximo logro fue silbar dos partidos en el Mundial de México 86: Dinamarca contra Uruguay, en la fase grupal, y la Semifinal entre Argentina y Bélgica.
Antonio R. Márquez inició su carrera como árbitro en 1975 y fue profesional durante 11 años, pero su vocación empezó en Estados Unidos, en 1959. Su último juego pitado es inolvidable, ya que colgó el silbato después del Clásico América-Chivas de la temporada 86-87, en el Estadio Azteca, el cual terminó en una bronca que dejó 22 jugadores expulsados.
El ex árbitro tenía algunos años con problemas de salud y perdió la batalla. Fue velado en una funeraria de San Jerónimo, a donde acudieron algunos miembros de la Federación Mexicana de Futbol para dar el pésame a los familiares.
A la leyenda del arbitraje mexicano le sobreviven sus cuatro hijos: Juan Antonio, Elizabeth, Rosa María y Ricardo.
Antonio R. Márquez pitó 893 partidos profesionales a lo largo de su carrera, 40 de ellos fueron internacionales.
La Federación Mexicana de Futbol expresó su pésame de inmediato a la familia Márquez Barba.




