En 266 mil metros cuadrados, el Club Universidad creó un lugar de ensueño y que casi nadie conoce; sin embargo, RÉCORD, logró cruzar el portón ubicado en la Calle de Totonacas número 560, para conocer las instalaciones que se inauguraron en 1997, pero que comenzaron a construirse dos años antes bajo la supervisión del arquitecto Juan José Díaz Infante, y que hoy siguen vigentes, pese a que el primer equipo casi no las usa.
Un sitio que nació gracias al rector de la UNAM en 1994, José Sarukán, ante el deseo de hacer un lugar donde nadie interrumpiera a los Pumas. Por lo que el terreno de la planta de asfalto del DF fue dado en comodato por la capital, y a partir de ahí se comenzó a construir hacia abajo, al grado de que está construido 35 metros por debajo del nivel de la calle.
Pero las cinco canchas, baños (con celdas solares para el agua caliente), vestidores, clínica, comedor, gimnasios, preparatoria, oficinas y estacionamientos, no es lo único que se resguarda en el territorio puma.
Pues el equipo sólo hace usó de 80 mil metros cuadrados y al fondo del terreno, en las entrañas de la cantera, está una de las reservas ecológicas más grandes de la Universidad Nacional Autónoma de México. En las que hay más de 2 mil 500 árboles y tres lagos con diferentes especies. Además, en la reserva hay climas distintos.
Las instalaciones que incluso han servido como locación para películas y programas de televisión, no son utilizadas como lugar de entrenamiento del primer equipo, ya que a pesar de que tienen la privacidad necesaria (motivo por el que se construyó originalmente) para que nadie los moleste ni los vea, con el paso del tiempo las herramientas de trabajo de los Pumas, así como aparatos de gimnasio y de clínica, se fueron adaptando en el Estadio Olímpico Universitario.
Y por ello la Cantera se utiliza exclusivamente para la formación de los felinos del futuro.
