KARLA UZETA | OMAR HERNÁNDEZ
Todo quedó en rumor y al final del día no hubo enfrentamiento entre barristas y activistas en Ciudad Universitaria. Durante la semana se especuló en las redes sociales que la barra de los Pumas, La Rebel, intervendría en la liberación de la Torre de Rectoría que permanece tomada desde el pasado viernes 19 de abril.
La seguridad para el partido entre Pumas y Jaguares se incrementó, debido a la situación en la Máxima Casa de Estudios, sin embargo, siempre a las afueras de las instalaciones del campus, por la cuestión de la autonomía del mismo. Alrededor de la Rectoría de la UNAM todo transcurría con tensa calma.
La Rebel actuó con normalidad, llegó a la hora de siempre e ingresó al estadio Olímpico Universitario como en cualquier otro partido, Mientras autoridades de seguridad de la UNAM permanecían atentas, al igual que los elementos de la SSP.
Al final del partido, las puertas de los accesos en los desniveles que conducen del Olímpico Universitario a la Rectoría fueron cerradas. En la explanada, los paristas seguían expresando sus consignas, mientras la UNAM informó, por medio de un boletín de prensa, que ex rectores de la Máxima Casa de Estudios pidieron la liberación de la Rectoría, pero siempre bajo los preceptos de la Universidad.




