Con Héctor Moreno en el campo, el Espanyol asaltó La Rosaleda con un triunfo basado en un gol a balón parado y otro en el descuento ante un Málaga alocado, que pudo empatar con un penalti que falló el delantero Nordin Amrabat.
El conjunto malagueño, a diferencia de otros partidos, tomó la iniciativa, con dominio en el centro del campo e intentando jugar por las bandas con los dos Samus, García y Castillejo. El Espanyol intentaba salir de la presión malaguista, pero prácticamente no pasaba de su terreno de juego.
Los minutos pasaban y las ocasiones tampoco eran claras por parte del Málaga. Hubo que esperar al minuto 16 con un disparo desde fuera del área de Amrabat, que encontró respuesta en Casilla.
El Espanyol se defendía e intentaba salir a la contra rápido, pero sin efectividad, aunque a medida que el tiempo transcurría se fue estirando y merodeando el área rival.
El único que creaba peligro en el conjunto españolista, el delantero Sergio García, con sus internadas y poco más. Quizás la única manera de marcar era a balón parado, en algún córner o falta, el tanto llegó al minuto 41.
El Espanyol se encontró el gol y poco más, porque estaba agazapado en su área, defendiendo los ataques malaguistas.
La explosión del Málaga de diez, quince minutos, se esfumó, aunque atacaba esporádicamente. En una acción, tras un centro por la derecha, Casilla, no ataja el balón y Javi Guerra dispara, rechazando Colotto con la mano para tocar el larguero.
El colegiado Gil Manzano, señaló penalti y roja al defensor del Espanyol. El encargado de lanzar la pena máxima fue Amrabat, que falló, interviniendo Casilla, que le adivinó la intención.
A partir de ahí, Duda, pudo empatar, pero su disparo lo desvió un defensor y ya en el descuento, un pase por la izquierda a Sergio García y éste empujó el balón consiguiendo el segundo gol, a recibió un golpe en la rodilla izquierda de su excompañero Kameni y se retiró del césped cojeando.




