Presidente de Francia celebra con euforia título mundialista
En un estadio al que acudieron varios jefes de Estado para presenciar la Gran Final de la Copa del Mundo entre Francia y Croacia, ninguno la disfrutó más que el galo, Emmanuel Macron.
Cuando caía la noche en el Luzhniki, el mandamás saltó eufórico de su asiento en una sección vip del inmueble, en el que acudió como invitado especial del presidente ruso. Vladimir Putin.
Después del partido y bajo una lluvia torrencial, Macron repartió varios besos en medio de la celebración, por ejemplo, besó a la presidenta croata, Kolinda Grabar-Kitarovic, en ambas mejillas. También a los jugadores franceses, Kylian Mbappé y Antoine Griezmann, en la frente. Incluso besó el trofeo que se le entregó a Francia.
Pareció tan contento que no le preocupó empaparse en la cancha durante la ceremonia de premiación. A pesar de que apareció un paraguas para mantener seco a Putin, Macron prefirió desafiar la tormenta.
Cuando Emmanuel y Grabar-Kitarovic caminaron por el túnel para abandonar el terreno de juego, sus talones casi fueron alcanzados por los jugadores franceses que, felices, se deslizaban de panza o espaldas sobre el pasto anegado, mientras los fotógrafos se arremolinaron para captar el momento.
Tras el cotejo, el presidente envió un mensaje sencillo a los seleccionados de Francia: "Merci (gracias)".